La sexta edición de la Muestra Nacional de Documentales, organizada por la Asociación de Documentalistas Argentinos (DOCA) fue el disparador para reflexionar sobre las particularidades de este cine y su historia. Esta vez, el lente de la cámara giró hacia las propias condiciones de producción y sirvió de arma para reclamar espacios de exhibición para producciones nacionales y latinoamericanas de documentales que no circulan en los espacios comerciales o tradicionales.
¿Qué piensan los protagonistas? ¿Cómo lo piensan? ¿Por qué lo piensan? Podemos imaginar que fueron algunas de las preguntas que los cineastas comenzaron a hacerse para dar quiebre a la temática que ocupaba las pantallas del séptimo arte hasta la década de los 60. Afinar la mirada, transformarla en crítica, investigar, documentar, relevar información fueron algunas de las tareas que comenzaron a girar la cámara hacia los sectores sociales más castigados, retratando recortes de la realidad para dar paso al Cine Documental que llegaba para quedarse. Fernando Birri, en 1956, fundó el Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral, luego reconocido como la Escuela Documental de Santa Fe donde se filmaría “Tire Dié”, el primer film que plantea una problemática de forma realista y critica hasta entonces inédita. Unos años más tarde, en 1964 publica en «La Escuela Documental de Santa Fe» (Editorial Documentos del Instituto de Cinematografía de la Universidad del Litoral, 1964) sus percepciones acerca de la tarea del documental. “¿Cómo da esa imagen el cine documental? La da como la realidad es y no puede darla de otra manera. Y al testimoniar cómo es esta realidad -esta subrealidad, esta infelicidad- la niega. Reniega de ella. La denuncia. La enjuicia, la critica, la desmonta. Porque muestra las cosas como son, irrefutablemente, y no como querríamos que fueran. (O como nos quieren hacer creer -de buena o mala fe- que son).”
Bajo el slogan de “Ocupar las pantallas, insistimos”, la VI Muestra de Documentales organizada por la Asociación de Documentalistas Argentinos (DOCA), atrajo la atención de quienes invadimos desde el 8 al 14 de Noviembre las butacas del Cine Gaumont. Ocupar las pantallas nos remite a la necesidad de mostrar gran cantidad de producciones que empujan a la realidad tal como es a saltar desde la proyección hasta los espectadores.
La grilla de actividades nos fue ofrecida en diferentes secciones que organizan los documentales, muchos de ellos proyectados por primera vez en la muestra, y nos permite recorrer las variadas temáticas establecidas como Luchas sindicales, DDHH / Memoria, Luchas campesinas, Pueblos originarios, Historias de vida, Latinoamérica libre, Medios de comunicación, entre otros sin dejar de darle lugar también a películas latinoamericanas y europeas. Para cerrar una semana de cine comprometido que apostó a la diversidad de contenidos y lenguajes, la Asociación de Documentalistas Argentinos organizó una mesa de debate sobre la actualidad de “Los traidores” película filmada en 1973 por Cine de la Base.
El miércoles 14 de Noviembre, último día de la muestra, la noche recibía a gran cantidad de espectadores que se iban agrupando en las butacas de una de las salas del primer piso. Pasadas las 22.00 horas y con una bandera del DOCA a sus espaldas, arrancaban la charla los ex miembros de Cine de la Base, entre ellos el sonidista Nerio Barberis, reconocido docente y documentalista que con micrófono compartido de por medio, nos regalaban el recuerdo de sus comienzos juntos. El grupo surgió por una necesidad de distribución, de llegar con “Los traidores” a las bases, a las escuelas, villas, sindicatos, plazas; la idea era que quien quiera pueda recibir el material, con una única condición: que se pueda dar posteriormente un debate. Al tiempo surgía una segunda necesidad, la de producir bajo el precepto de que los cineastas contaban con un arma de concientización: la cámara.
La VI Muestra de documentales, desde sus películas y sus debates, nos invita a la reflexión y a volver a preguntarnos ¿Qué piensan los protagonistas? ¿Cómo lo piensan? ¿Por qué lo piensan?, para entender realidades complejas que muchas veces nos son ajenas pero que necesariamente nos invitan a poner el cuerpo, experimentarlas, exteriorizar las vivencias y sentarnos a compartir las emociones que nos generan. El cine documental nos sacude y nos hace visibles problemáticas para que nosotros, los espectadores, salgamos de las salas en búsqueda de posibles soluciones, transportándonos nuevamente hasta Birri, socio honorario de DOCA, y su célebre frase “Conmovidos, pero lúcidos”.