La inquisición llegó a Buenos Aires

La existencia de la inquisición como el organismo de represión ultrasangriento de la Santa Iglesia Católica se erige en la Historia occidental entre las instituciones más impunes y avergonzantes sin discusiones. Hasta el próximo febrero tenemos la oportunidad de visitar una exposición con los elementos de tortura típicos, para desde acá también hacer memoria.

Fotos: NosDigital

La exposición está abierta de martes a domingo de 12 a 21 horas en Callao 836, Ciudad de Buenos Aires. A través de lo material, eso que perdura en el tiempo y se transforma en pruebas del espanto. Se trata de un momento especial para formular un revisionismo histórico primero, pero además entendiendo que aunque el tiempo ha alejado definitivamente al juicio penal, el juicio social a las instituciones es posible y contiene enorme valor.
El primer movimiento en la creación de la inquisición se produjo en el sur de Francia en el siglo XII, el papa Inocencio III organizó una cruzada contra la comunidad albigense. en respuesta al resurgimiento de la herejía de forma organizada que la doctrina suponía atentar con respecto al matrimonio y otras instituciones de la sociedad. La Inquisición se constituyó definitivamente en 1231 con los estatutos Excommunicamus del papa Gregorio IX. Con ellos el papa redujo la responsabilidad de los obispos en materia de ortodoxia, sometió a los inquisidores bajo la jurisdicción del pontificado, y estableció severos castigos.
El destripamiento fue una práctica utilizada durante la inquisición. Consistía en abrir el abdomen y arrancar con violencia las entrañas de los condenados antes de que su cuerpo se hiciera pedazos. Era un método de ejecución muy utilizado, por lo que muchas veces en los tribunales inquisidores había una mesa de destripamiento. El abdomen era cortado y un extremo de los intestinos enganchado a un hierro que lentamente se envolvía sobre un rodillo de madera. La víctima permanecía consciente durante largas horas y en ocasiones la demanda de ´justicia` era satisfecha haciendo tragar al prisionero sus propias entrañas, recién extirpadas del vientre.
Con el antecedente del decreto del papa Lucio III en el sínodo de Verona en 1184, donde con colaboración de Federico I Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Romano, el papa decretó que cualquier persona que hablara o hasta pensara en contra de la doctrina católica sería excomulgada por la iglesia y debidamente castigada por las autoridades seglares; para el caso italiano, el papa Pablo III alarmado por la difusión del protestantismo en la península, estableció definitivamente en Roma la Congregación de la Inquisición en 1542.
El banco de estiramiento es uno de los instrumentos de tortura más usados en todo este período histórico, su presencia en las salas de tortura de toda Europa era prácticamente universal. Se trata básicamente de una tabla donde se extendía al condenado y se le ataba de pies y manos a unos troncos. Inmovilizado de esta manera podía ser estirado hasta desgarrarle los músculos. El cuerpo puede llegar a estirarse hasta 30 centímetros antes de desgarrarse. La víctima podía además, se cómodamente torturada con tenazas para pellizcar los pezones u otras partes sensibles, así como también la aplicación de hierro incandescente.

La represión a los no-católicos en Las Cruzadas se ensañó especialmente en árabes y judíos. El año 1391 ve desatarse las crueles e injustas matanzas que asolan las juderías de Castilla, Cataluña y Valencia, en las que perecen miles de judíos. La presión antijudía se concreta con violencia cuando en 1476 se estableció el Tribunal de la Inquisición en Sevilla y se obliga a los judíos hasta a llevar distintivos en la ropa. Desde la península ibérica se exportó la misión civilizadora a América. Dentro de los barcos europeo en la conquista, la inquisición fue un tripulante privilegiado. La historia de la Santa Inquisición en México se inició con las «ordenanzas» contra blasfemos promulgadas por Hernán Cortés en 1520, o sea antes de la caída de Tenochtitlán.
La penetración de la inquisición fuera de Europa fue profunda, tanto que tres siglos después del inicio de la conquista, la Asamblea del año Trece a instancias de San Martín y de Alvear, decretó la eliminación de la inquisición en Buenos Aires. A medida que las fuerzas independientes iban derrotando a los españoles, una de las primeras medidas siempre fue la eliminación del Tribunal.