NosDigital es para los que lo hacemos -los periodistas, los fotógrafos, los diseñadores, los dibujantes, los administrativos y los difusores- una contradicción para el funcionamiento de nuestras vidas: acá, somos pobres.
Acá. Sólo acá.
Todos tenemos otros empleos que nos permiten sobrevivir económicamente. Todos nacimos en familias pertenecientes a la clase media de Argentina. Todos hicimos vida de pibes y de pibas de clase media. Todos, o al menos casi todos, viajamos alguna vez al exterior.
Ser pobres no es una decisión propia y es una realidad, siempre, injusta. Injusta, sobre todo, porque el gremio de los comunicadores no es un gremio que le escape -como ningún otro medio- a la sociedad de clases: algunos otros -otros dentro de los cuales se ubican, incluso, algunos de los que conforman NosDigital- sobreviven y viven económicamente de la comunicación, en empleos dependientes de grandes corporaciones dedicadas al negocio de la comunicación.
Negocio que no es cualquier negocio: negocio de enormes corporaciones económicas que son corporaciones políticas y que imponen agenda desde los intereses de propias corporaciones -en defensa de otras corporaciones devenidas gobierno, partidos políticos, empresarios-. Negocio que construye hacia los comunicadores un límite que tan bien sintentizó la Federación Latinoamericana de Prensa (FELAP) hace muchos años: «No hay democracia informativa sin democracia económica».
NosDigital nació como un proyecto de un centro de estudiantes hace ya cinco años y nunca fue ingenuo: queríamos armar un medio de comunicación que desde la información y la estética diera una disputa cultural y queríamos construir un espacio de trabajo democrático. Entendiendo a la democracia como la única manera en que se debe entender a la democracia: un territorio libre de explotación.
No nos sorprendió ser pobres y no contar con las abultadas pautas de las grandes corporaciones periodísticas -una, perteneciente a un gobierno, nos deja sistemáticamente afuera porque NosDigital no renuncia a denunciar la concepción ideológica que hay detrás de su lamentable gestión-. No nos sorprendió tener que formarnos en el plano de la autogestión para darle vida a este proyecto: porque, si algo está claro, es que daremos la pelea por no ser pobres y porque la comunicación sea justa. Sí nos sorprendió que colegas comunicadores nos consideraran menos -un menos que llega al punto de considerar que no somos comunicadores por no tener dependencia hacia un patrón-.
Aún así, el objetivo y el sueño sigue intacto: vamos construyendo nuestras condiciones laborales, sin una utopía caritativa, sino con una concepción crítica de un sistema que nos expulsa. No nos consideramos gente que hace un hobbie: dentro de NosDigital, nos reconocemos como trabajadores, militantes y comunicadores.
En este enero se expidieron los papeles formales que dictaminan que NosDigital es, también, la Cooperativa Nacional de Comunicación Nos Nº48872, desde donde seguiremos avanzando y creyendo que la única contradicción real sería dejar de pelear por esto.