Archivo por meses: mayo 2012

Cursos de luto en la Ciudad de Buenos Aires

No están. Los sacaron. Los vaciaron. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dispuso el cierre de 221 grados. Decidió bajar el presupuesto utilizado en un tres por ciento. Aquí, una recopilación de números y de historias que se cruzan para dejar en claro el abandono de la escuela pública en el 2012.

La política sistemática del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que perjudica a la educación pública primaria, secundaria y terciara tuvo este año una nueva escalada: la disposición n° 15 de la Dirección General de Educación que dispuso el cierre de 221 grados, 143 grados de primaria, 53 de nivel medio y 25 cursos de escuelas técnicas. Desde el 29 febrero en que se decretó la medida hasta hoy, docentes, alumnos y padres lograron apenas que el número se reduzca a 96 de los cursos, siendo la mayoría ya disueltos y sólo algunos que continúan resistiendo.

La resolución se aplica en base a una norma vigente desde 1997 (que ningún gobierno usó) que plantea la reubicación de los docentes “en el lugar donde más se los necesita”, estando contemplada la posibilidad del cierre de cursos como forma de integrar alumnos. El propio Macri argumentó la disposición según las cantidades de alumnos en los grados: “en las escuelas del sur hay mucha demanda, los grados están saturados de alumnos, mientras que en el norte hay muchas clases con 9, 11 y 12 alumnos cuando la ley marca que tiene que haber por lo menos 25″. Qué dijo Esteban Bullrich: “la integración propiciada contempla una nueva reasignación del espacio físico, que posibilitará la apertura de 52 salas de educación inicial, que beneficiarán a aproximadamente 1500 niños”.

La calculadora de Bullrich, por lo pronto, anda mal. Su perspectiva de los beneficios que traerá la reciente norma muy lejos está de los reclamos que se estallaron en toda Capital federal, en una organización inédita entre docentes, padres y alumnos que siguen planeando la resistencia en asambleas distritales. Y sobre la demanda en la zona sur, sólo alcanza rastrear las movidas que organizaron las escuelas de ese distrito en solidaridad con el reclamo: “No al cierre de los cursos”.

De movida, el presupuesto de educación en 2012 reduce aproximadamente un 3% la inversión para infraestructura en escuelas públicas y aumenta un 32% los subsidios destinados a las privadas. Mientras el colegio Excelsior recibe $8.238.80, el Calasanz $5.383.021, el Sagrado Corazón $8.466469 y el Marianista $4.171.632 (en una repartición que incluye a 11 colegios más y trepa hasta los $1.332.869.952), la escuela n° 10 debió cerrar 5 de sus 9 cursos, la n° 18 clausuró cuatro de sus nueve y la n° 14 cinco de sus diez grados. Carteles pegados sobre la fachada de la escuela pública n° 3, en Caballito, suman al menos 18 cursos cerrados en colegios secundarios y 15 grados menos en técnicas. El conteo es acompañado por un distintivo negro con forma de escarapela, y una frase: Cursos de luto.

Desde que se conoció la medida, los colegios salieron, literalmente, a la calle. Organizaron una “semana de lucha contra el cierre de grados y cursos” que se inició con una conferencia de prensa frente a la Jefatura de Gobierno, continuó con abrazos a escuelas, cortes de calle y volanteadas, y culminó con una masiva marcha. En ese proceso se fortalecieron asambleas que agrupan distintos colegios según la zona, que trazaban el plan de lucha: cortes de calle en lugares estratégicos del barrio, volanteadas en las plazas, actividades de difusión con los vecinos. También, rescatan los protagonistas, la organización incluyó una fuerte solidaridad de padres y familias de los alumnos. E incluso muchas escuelas que no fueron afectadas participaron de cada de una de estas movidas.

En ningún caso los docentes lograron ser atendidos por autoridades del Gobierno de la Ciudad. La única instancia de diálogo se generó increíblemente a partir del programa radial Perros de la calle, a través de su sección “Evitemos un paro”. Allí reunieron al ministro Bullrich con uno de los titulares del gremio docente Ademys, que intercambiaron sus pareceres sobre el tema, sin mayores resultados. José, docente de uno de los colegios afectados y miembro de Ademys, interpreta estos desencuentros: “Si ya saben cuáles son nuestros reclamos, ¿para qué nos van a recibir? La medida la van a efectivizar igual”.

José es docente de la Escuela n° 4 del barrio de Constitución: “está dentro de una comunidad que atraviesa otros conflictos: desalojos, malas condiciones económicas”. En ese marco, desde hace años que los docentes intentan trazar lazos con la zona y e incluir a los padres en los reclamos de la escuela. Por ejemplo, el año pasado se movilizaron hasta el propio Ministerio y lograron que se instalen estufas en algunas de las aulas. Curtidos en esa lucha lograron que se limiten a dos grados cerrados de los seis que había estipulado el gobierno. Desde su experiencia cuenta por qué el cierre de cursos en los colegios públicos de la Capital no sólo no resuelve los argumentos que describen quienes decretaron la medida (que podrían resumirse en: superpoblación, calidad pedagógica y reubicación de docentes) sino que empeora su situación aún más:

– “No se contempla para nada las condiciones particulares de los chicos de cada escuela. Tenemos alumnos que están bajo tratamiento psicopedagógico o con capacidades especiales, y parte de nuestro trabajo es contenerlos. Al duplicar la matrícula de cada curso se pierde entones la capacidad de atención sobre estos alumnos y todos en general”

-“Asi, ciertas condiciones pedagógicas se pierden. La mayoría de los docentes que trabajan en primaria lo hacen en doble turno, entonces imagínate si tenés encima el doble de alumnos. Si a dos meses de arrancar las clases tenés un grado y se te suma otro –que fue lo que sucedió, porque la medida se efectivizó una vez iniciado el curso lectivo- la tarea docente no es la misma que con un grupo reducido”

-“En las escuelas donde se cerraron grados da la “casualidad” que eran de docentes que son interinos, es decir, que pueden ser desplazados sin pasar a disponibilidad, porque no son titulares. Entonces quedan despedidos. Es más, una de las dos docentes interinas que tuvimos todavía no enganchó nada…”

Escudados en estas razones, padres, docentes y alumnos lograron estirar el plazo de cierre de los cursos según los tiempos del gobierno porteño. La supervisora encargada de efectivizar el cierre no se presentó el 29 de febrero estipulado, y en ese interín lograron bajar a dos los cursos que serían clausurados. “Por esa presión la supervisora no se hace presente y cita a los directivos para efectivizar el cierre de manera administrativa”, cuenta José. Y aclara: “Es decir, en ningún momento hubo presencia docente”.

La diferencia entre las realidades de José y los cuentos de Macri o el ministro Bullrich no sólo se explican en la inclinada prioridad de la gestión hacia las escuelas privadas, sino también en el desconocimiento absoluto de la situación de cada uno de las escuelas públicas. Tanto los docentes como los propios directivos que firmaron el cierre reconocen que no hubo un relevamiento de información acorde con lo tajante de la medida. José: “Lo increíble es que, teniendo una cantidad enorme de problemas a resolver, como ser la infraestructura, el presupuesto, la contención, e incluso los argumentos que ellos esgrimen como la superpoblación o argumentos pedagógicos, opten por cerrar cursos”.

Si lo increíble es algo extraordinario, algo que no puede creerse o al menos es muy difícil de creer, el gobierno de la Ciudad ha logrado que medidas como éstas se tornen ya completamente creíbles. Desde el conocido Decreto 330 que intenta reglamentar los centros de estudiantes de las escuelas (medida introducida por Ibarra y adaptada por Macri en 2010) hasta el cambio en el estatuto docente en 2011, el gobierno porteño deja en claro su afán de controlar la educación pública para desgastarla.

Una resistencia similar a la de este año con los cursos (movilizaciones, cortes de calle, hasta la toma de la planta baja del Ministerio) sucedió el año pasado tras la iniciativa del gobierno de cambiar los modos en la designación de los docentes. Hasta entonces, la junta encargada de evaluarlos estaba compuesta por responsables del Ministerio y autoridades del sindicato elegidas por votación docente. Históricamente, excepto durante las dictaduras militares, la representación docente tiene mayoría en la votación para la designación de los cargos. El gobierno de Mauricio Macri intentó cambiarlo en 2011, al igual Videla y Onganía: en principio planteó la eliminación de las juntas docentes para poner en su lugar una “oficina de designación docente” a cargo únicamente del Ministerio. “Después, con mucho revuelo se votó un proyecto parecido, que dejaba algunas juntas pero ya sin la mayoría docente”, explica Ana Goldberg, estudiante del Magisterio del Normal 4 y guía en esta nota. “En aquella ocasión se hizo una vigilia en la Legislatura y se tuvo que levantar por una patota que fue a pegarle a los docentes”, recuerda.

Entonces se viene el pasado al presente. El cierre de 96 cursos se interpreta según la misma lógica que el Decreto 330, la modificación del estatuto en la designación docente, en general de toda la política pública: escuelas, hospitales, psiquiátricos.

Entonces se adivina el futuro. “El próximo paso que quieren dar es sobre la evaluación docente”, advierte José. “Quieren implementar un sistema que fracasó en Francia, acá en latinoamérica en Ecuador y en Chile, y es evaluarlo al docente con un puntaje y, según eso, el salario”.

Ante este panorama negro, ya saben: “Hay un núcleo muy fuerte de organización en asambleas distritales, los maestros empezaron a verse las caras, los alumnos conocen las problemáticas, las familias están involucradas”, dice José. Estas cosas no se pueden dejar pasar, hacemos todo lo que está a nuestro alcance para resistir pero no alcanza, porque en el día a día se juega la educación de los pibes. Por eso estamos y vamos a seguir peleando”.

Las crónicas del Nene

Por el Nene
-Nene, andá a cubrir el entrenamiento de River.
El Nene cortó la llamada, apagó el celular y recién ahí se terminó de despertar.
Qué vida de mierda, pensó.
Se tomó el 15, recontra caliente y se fue para Núñez. Era la décima vez en el mes que le pedían que vaya a hacerle notas de color a los futbolistas que entrenaban en el estadio porque eran suplentes y no habían jugado el día anterior. Era la décima vez que iba a perder casi un día entero para un mísero recuadro que nadie sabía si en realidad iba a salir o no.
Se sentó en el último asiento del bondi, fulminado moral y físicamente. No daba más.
Casi que no había dormido después del partido que había cubierto la noche anterior.
El Nene se durmió. Se torró entero.
El 15 siguió, le metió duro y parejo. Llegó hasta Benavídez. Lo despertó el chofer.
-Pibe, el recorrido terminó. Abajo.
Se bajó desesperado. Y ahora que carajo hago, pensó.
Vuelvo e invento las notas, si total siempre dicen lo mismo.
Se tranquilizó. Era un buen plan. Nadie nunca se iba a dar cuenta. Nadie nunca iba a notar un matiz en donde no lo hay.
De repente, caminando el barrio que no conocía, se topó con unas canchas.
Qué hace esto acá.
Eran las canchas en donde las inferiores de un club de ascenso se entrenan. Entró sin preguntar, quiso ver. Algo, por fin, lo motivó.
Tuvo ganas.
Dónde había quedado aquello.
Allí estaban, otra vez.
Abrió los ojos bien grandes y miró a tres categorías entrenando en dos canchas.
Vio a 90 pibes corriendo sobre dos descampados con pozos y vidrios. No tenían perímetro, ni áreas, ni puntos de penal. Ni arcos con redes, ni nada. Nada de nada.
No encontró los autos lujosos, no encontró a sus colegas, no encontró nada. Ni siquiera pelotas en buen estado.
Los pibes corrían, algunos en zapatillas, quién sabe a dónde.
Corrían en círculos, sin podes escapar.
No había lugar para jugar, no había lugar para soñar.
De a poco comprendió. De a poco volvió a enamorarse. Sacó el grabador, tuvo ganas de preguntar. Tuvo dudas. Una inquietud lo molestaba. No podía ser.
No puede ser, se indignó el Nene.
-¿Por qué entrenan en estas condiciones?
– Porque no tenemos un mango y a mi me pagan una miseria-, dijo el DT de la 9na, la 8va y la 7ma.
90 pibes, dos canchas, tres pelotas y un DT.
El Nene pensó.
Volvió a pensar.
Esto lo tengo que llevar a la redacción. Esto es una historia. Estos 90 pibes son el fútbol argentino. Claro, sí, con razón.
Se volvió a tomar el 15.
Ni cerca estuvo de dormirse. Con los ojos enormes anotaba todo: detalles, testimonios, ideas, potenciales entrevistas. El tipo estaba contento.
Llegó al diario y le dijo al editor:
Qué te parece esto, si querés la tengo lista para el cierre.
El tipo lo miró, le sonrío. Le tocó la cabeza.
-Está buena Nene, pero para mañana ya tenemos todo cerrado. Cuando tengas listo el recuadro del entrenamiento mandámelo. Armalo con eso de que el Keko Villalva se entrenó diferenciado.

«Estamos viviendo una liquidación pasiva»

Valentín Suárez es dibujante y líder de la comunidad qom Riacho de Oro, en Formosa. En su última visita a Buenos Aires, nos encontramos con él para hablar de su arte y de la cosmovisión que condensan sus dibujos. Entre leyes que no se cumplen y gobiernos que no oyen, un pueblo que rompe las cadenas del silencio.
 

-¿Qué significa para vos dibujar?

-Para mí, esto es una manera de ceder todo lo que uno sabe, y para difundir también. Difundir lo que es nuestro. Hay una voz que nunca fue oída y esta es una forma de que se escuche, que se vean en los dibujos los saberes que son parte de la cultura. Los saberes de los animales, el bosque, el agua, qué es el territorio para nosotros. Cada uno de los dibujos tiene significado. También hago dibujos sobre los atropellos de la conquista, de la campaña militar.

-¿Cuándo empezaste a dibujar?

-Siempre dibujé, pero recién en el 2006 empecé a dedicarme a dibujar para exponer. Empecé a retratar hechos que pasaron en mi pueblo y también lugares que tienen un significado para nosotros. Mi intención es difundir. Estamos muy lejos del alcance de los medios de comunicación, pero así voy preparando y plasmando lo que siento, y tal vez dé la casualidad de que hay una persona a la que le interesa algún tema, y yo estoy dispuesto para colaborar y para mostrarle lo que tengo. En Riacho de Oro, no hay interés en registrar y archivar nuestros trabajos para que sea un elemento pedagógico que se utilice en las escuelas. Se habla mucho del bilingüismo y la interculturalidad, pero en el fondo no se hace nada. Por eso, cuando les mostré estos libros y los dibujos que yo hago, a la gente le pareció muy importante y útil para la educación. Y también para difundir la historia nuestra, y la historia real que nunca fue escuchada.

-En diciembre participaste de una muestra, ¿cómo fue esa experiencia?

-La muestra fue contundente, a mí me impresionó mucho. Los que participaron de la exposición eran artistas que estudiaron para ser artistas, y yo empezaba de abajo. Lo primero que explicaba era que todo lo plasmado en el papel es lo que yo sentía en mi corazón, mis sentimientos. No copié ningún libro ni ninguna imagen, sino que es desde mi espíritu a la imagen. A la gente le impactó. También participé de libros de antropología y de zoología, y cuando la zoóloga me pedía que dibujara, yo no necesitaba copiar de los libros o estudiar cómo es el animal, sino que yo tenía conocimientos reales de cada uno de los animales, para qué sirven, si se comen, si tienen uso medicinal…

-¿Cómo llegan a vos las historias de tus dibujos?

-Algunos de los mitos que plasmo en los dibujos los rescato de mi abuelo, que falleció en 1976 con más de 100 años. Yo tenía entre 8 y 10 años, y alcancé a acompañarlo en la marisca y la pesca, y a escuchar sus relatos. También me hablaba mucho sobre la campaña militar, sobre la lucha. Otras que no tengo tan claras las consulto con mis hermanos mayores o con los ancianos. Nuestras historias no están en un papel, sino que se transmiten de generación en generación. Se siguen transmitiendo a los más chiquitos. Lo veo porque en mi comunidad, y en las de otros pueblos (en Formosa estamos los qom, los wichi y los pilagá), hablan el idioma de su familia. La importancia de esto es que una vez que ven el dibujo, ya los chicos automáticamente recuerdan alguna anécdota, quizás de la marisca o de algo que pasó en el lago.

-¿Te acordás de alguna?

-Sí, por ejemplo, un chico vio un dibujo mío y recordó una vez que estaban un grupo en una laguna muy profunda y se lo llevó para abajo una víbora; pudo ver todo lo que había abajo sin ahogarse. Los chamanes decían que el que llevó a ese nene es una víbora semejante que nosotros llamamos AraGanaGalate’e, pero que a veces aparece como una mujer. Porque lo que yo dibujo existe. Estas son las cosas que intentamos difundir para que entiendan por qué queremos el agua, por qué queremos la tierra: porque hay una relación. Es muy difícil que nos entiendan. Somos una nación, con una lengua y una cultura propia, dentro de un país. El territorio para nosotros es más complejo, es el bosque, pero también son los animales, que tienen vida, también el árbol tiene vida y los dueños de los animales también existen.

-¿Cómo ven el avance de la soja?

-El desmonte es muy veloz. La persona ignora por qué ocurren tantas catástrofes: tormentas, piedras, grandes inundaciones. Para nosotros eso ocurre porque  el aire está contaminado y hay alguien que tiene que limpiar todo eso. Yo observo esta gran ciudad y no hay polvaredas de tierra, solamente se ve color negro, el color del humor. Entonces, hay alguien que tiene compasión por los seres humanos que hace llover para limpiar el ambiente.

-¿Cómo es ser el líder de tu comunidad, Riacho de Oro?

-Empecé en el año 93’, a nivel local y provincial, nunca pensando en llegar a Buenos Aires. Pero lamentablemente, a medida que voy mirando la necesidad de mi gente y las leyes que garantizan nuestros derechos, veo que todo está muy bien escrito pero la acción falta. Para mí la base más esencial para que nosotros podamos reclamar y luchar es que conozcamos nuestros derechos y que tengamos una educación de calidad, no como la que tenemos en Formosa.  Recién ahora, por nuestra insistencia, se está enseñando cómo está organizado el Estado, los municipios; pero años atrás, no se explicaba nada, sólo Matemática, Lengua, algo de Historia y casi nada de Tecnología. Ahora se está avanzando pero no porque el Estado quiere, sino porque nosotros queremos que nuestros hijos estén más capacitados.

-¿Cómo viviste estos últimos años de mayor visibilidad del conflicto?

-La represión en Potae Napocna Navogoh (La Primavera, en la lengua de la colonia) dio vista a todo el mundo lo que es la realidad de las cosas. Nos dio fortaleza a los líderes que muchas veces no somos recibidos en el Estado porque dicen que no somos los representantes legales. Félix Díaz se reconoce como genuino representante porque fue elegido por la comunidad, y uno de nuestros derechos dice que tiene que respetarse la forma ancestral en que se elige a los líderes. La Democracia se forma por un Estado y un Pueblo. Nosotros muchos años hemos esperado que nuestras instituciones, como el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) o el ICA (Instituto de Comunidades Aborígenes) en la provincia de Formosa, vengan a solucionar nuestros problemas. Después comprendimos que esto es parte del Estado, que no tiene una política sobre la realidad de las comunidades. Entonces, nosotros como pueblo tenemos la posibilidad o la responsabilidad de reclamar lo que es justo. Estamos viviendo una liquidación pasiva.

¿Qué pasa con la Ley de Emergencia Territorial?

-En 2006, cuando se promulgó la Ley, para nosotros fue hermoso porque creíamos que ya se iba a regularizar toda esta situación, cosa que pasaron tres años y no sucedió nada. Se prorrogó y quieren aplicar lo que a ellos les parece. Uno de los artículos dice que el relevamiento territorial tendrá la participación activa de las comunidades indígenas, quiere decir que se requiere un proceso previo. Sin embargo, los presidentes de INAI y el ICA hicieron un convenio entre ellos que dice que los que tendrán participación activa son los representantes de las comunidades, contrario a la Ley que habla de toda la comunidad. Este párrafo lo pusieron porque ellos están seguros de que tienen agarrados a los representantes legales, saben que les ponen el papel adelante y ellos lo firman detrás de un escritorio, sin llegar a las comunidades y sin el trabajo técnico – operativo y antropológico. Es un ejemplo claro de cómo dilatan todo para que no se haga el trabajo. Estamos con poco tiempo hasta que venza la última prórroga en el 2013, y en Formosa no se está haciendo. Tenemos que dar nuestra vida, nosotros vamos a entrar a nuestros territorios y vamos a decir que son nuestros. Si el gobierno no es consciente, la historia de Potae Napocna Navogoh se va a repetir en todas las comunidades.

¿Qué ves cuando no ves?

En los cuatro años de vida que ya lleva el Centro Argentino de Teatro Ciego, el fenómeno pasó de lo under a ocupar un espacio significativo en la cartelera porteña. La invitación al misterio, a lo oscuro, a la incertidumbre cumple de entrada (y de lleno) con el precepto de que el arte te genere algo, te sacuda. Múltiples voces de una experiencia transformadora que apuesta a derribar prejuicios.

Las entradas están agotadas en vísperas de feriado, un domingo frío de Abril. En la puerta de Zelaya 3006, te reciben multiplicidad de letreros que hacen de cartelera. Todos comentan y eligen, jóvenes, niños, adultos, ancianos, videntes, no videntes y yo.
Alguien con voz fuerte anuncia que “Babilonia FX, la noticia oscura” está lista para darnos la bienvenida al Teatro Ciego.  Se forman filas, nos tomamos de los hombros, “No se suelten, la semana pasada perdimos a uno” bromea quien nos va a guiar. Se corre una cortina negra, espesa y empezamos a caminar sin ver absolutamente nada. Alguien nos dice que tenemos una silla a nuestras espaldas. No prendan las luces, la función está por comenzar.
***
Charlie Gerbaldo se acercó a la actuación por primera vez a sus diecisiete años. Hoy, años después y con una gran carrera en su haber, es actor, docente, dramaturgo y director de la obra Babilonia FX, entre otras, en el Centro Argentino de Teatro Ciego. Su acercamiento a la disciplina fue gracias a Gerardo Bentatti, fundador, junto a Martin Bondone, del Centro.
“Cuando llegué a Buenos Aires conocí a un amigo que había visto una obra en plena oscuridad, se llamaba ‘Caramelo de limón’ (de Ricardo Sued), que surgió en Córdoba. Al ver esa obra, quedó flasheado con la puesta en escena que era en plena oscuridad y empezó a averiguar para sumarse al equipo. Logró meterse como actor y cuando se terminó quedó con ganas de seguir haciéndola. Pidió los derechos, pero durante siete años no pudo hacerla hasta que surgió “La isla desierta”.  Ese director – actor es Gerardo Bentatti, uno de los dueños del Teatro Ciego” relata Charlie apasionado. Pasaron casi diecisiete años hasta que Gerardo logró poner en escena la obra que ya lleva diez años en cartel en el Centro Cultural Konex.
Tremenda pasión y entusiasmo se materializaron el 4 de Julio del 2008 cuando se fundó el Centro Argentino de Teatro Ciego, un espacio realmente innovador ya que es el primero en el mundo en donde se presentan obras en total oscuridad. Se anula un sentido y se intensifican todos los otros, apostando a la inclusión y equidad.
Charlie resalta las ventajas de la oscuridad: “Por lo que dura la obra en sí, todos están en las mismas condiciones, el actor que ve, el actor que no ve, el espectador que ve, el espectador que no ve. Por un tiempo determinado, todos están con un sentido menos, sin la vista”.
Desde el 2008, han pasado muchas obras y hoy se puede disfrutar de espectáculos para todos los gustos. Pero el Centro siguió creciendo y se sumaron actividades de formación actoral, tango, creación coral y meditación. Todas ellas abiertas a quienes deseen intensificar los sentidos y capacidades en la oscuridad.
Omar es psicólogo, músico y actor. “Tuve la suerte de encontrarme con un maestro como Charlie, que supo interpretar mis expectativas” nos cuenta mientras explica su acercamiento al Teatro Ciego, en donde hoy lo disfrutamos en su papel en la obra Babilonia FX, inspirada en el Caso Cabezas.  “Es una obra difícil, es muy rápida, el actor está constantemente en movimiento. Uno tiene que tener la capacidad de lo que en psicología se llama Disociación instrumental, tenés que hacer varias cosas además de actuar tu personaje. Es apasionante” concluye.
Actuar el personaje no es cosa menor teniendo en cuenta que todo transcurre entre el público. La disposición espacial, que descubrimos una vez terminada la obra pero que intuimos desde antes, apuesta a un ambiente intimista; los hechos y escenas se mueven entre la gente, rompiendo con la disposición clásica. Omar cree positiva esta característica, “el publico en general se emociona mucho, porque de alguna manera participa del espectáculo al estar tan cerca”
En un mundo en donde la imagen prevalece, el Teatro Ciego rompe con los prejuicios y las diferencias, y  avanza firme para defender una nueva forma de sentir y percibir
***
Termina la obra y explotan los aplausos en la oscuridad. Lentamente se van encendiendo las luces, parpadeo un par de veces y se me acostumbra la mirada. Entran los actores y saludan. Aplaudimos de pie, por todo aquello que pudimos ver mientras no veíamos.

«Cantar la verdad de tu pueblo»

Con esa contundencia hablan los integrantes de “Inti Huayra” sobre su camino en la música y en el arte como “defensa del amor”. Fuimos a la segunda edición de La Fiesta de Mamá Chabela, donde la banda fue una de las protagonistas. Arriba y abajo del escenario se entreteje un espacio de unión, de encuentros y de fusión de ritmos.
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El calendario marca el día 10 de Mayo y, como todos los segundos jueves de cada mes, hay fiesta en Guardia Vieja 3360. Desde la puerta de Uniclub se ve el Abasto, adentro la tarde se prepara desde temprano para que la segunda edición de La Fiesta de Mamá Chabela sea un éxito. La iniciativa nace de la necesidad de crear un encuentro entre bandas amigas, artistas y público por parte de la banda Mamá Chabela que se puso la organización al hombro y promete grandes noches durante todo el ciclo que se repetirá hasta diciembre.
Guillermo «Guito» Daverio, integrante de la banda y parte de la organización de la fiesta aclara el origen de la idea: “Surge de generar un espacio con continuidad en el que se puedan unir las diferentes expresiones artísticas que tienen que ver con toda la fusión de ritmos latinoamericanos, folklore. Hay un montón de grupos, un montón de artistas plásticos también, que por ahí no pertenecen a un estilo o a algún circuito específico pero que son un montón. Entonces generar un espacio fácil para que la gente pueda ir a verlo, como para el músico que quiera tocar y que se genere una unión aunque sea una vez por mes organizada por nosotros”
La unión se siente, vibra arriba y abajo del escenario y se arma el festejo. Los responsables de que estemos disfrutando esta noche son varios. Entre los invitados está Nicolás Radano, artista plástico que realiza su performance en arena, un verdadero mimo a la mirada, clases de baile, comidas y las bandas Se Armó!, Inti Huayra y, por supuesto, la anfitriona Mamá Chabela que cierra la gala.
 
Para entender un poco más a fondo de que se trata el Folklore Andino, charlamos con los Inti Huayra (Viento del Sol), banda que nació en Jujuy, se fortaleció en Córdoba y recorre todo el país de la mano de sus instrumentos.
Desde chicos, desde la peña, desde la música, hace años que tocan juntos Pachi Herrera  (guitarra, charango, voz, maulincho), Bacha Fiad (percusion) y José Alba (chuli, zanka, quena, flauta de pan, zamponia); en Córdoba se sumó al equipo Ezequiel Lopez (guitarra, voz). Desde entonces, y este entonces es también desde hace tiempo, desde el año 99’ comenzó a rodar la historia. “Todo comenzó de forma muy inocente, sin mucha planificación, no más por ganas de tocar” cuentan.
Si bien su música los ha llevado a tocar en festivales, teatros, escuelas, hogares de ancianos y todo aquel lugar a que se los invite, la banda no duda en afirmar que todas las fechas tienen un compromiso social el cual asumen como artistas. “El compromiso social si elegís el arte es casi una obligación, porque el arte es una manera de expresión de los pueblos. Cantar música popular si realmente es lo que elegís hacer te pone ante el compromiso de cantar la verdad de tu pueblo, de la gente con la que vos convivís y de las cosas que vos ves en la realidad. Las canciones son eso, una manera artística de decir lo que uno está viendo en el mundo, con qué es feliz, con qué no. Entonces yo creo que si realmente asumiéramos todos los artistas el compromiso que el arte como defensa del amor significa todos deberíamos tener un compromiso con nuestra realidad”
El trabajo se siente y contagia. Inti Huayra fabrica con fuertes convicciones las canciones que componen los tres discos, el último de ellos grabado en el año 2010 “Savia”, transmitiendo el mensaje con el que se comprometieron desde hace tiempo.
En la misma línea, con la misma fuerza, llevan adelante el proyecto “Abre Caminos”, conciertos didácticos en escuelas, universidades, hogares, que muestran la música jujeña, los principales instrumentos y sus ritmos. Lo que arrancó como un “vamos y vemos” fue creciendo, se asesoraron, recibieron ayuda de mucha gente que apostó al proyecto y hasta llegó a ser declarado de interés cultural en diferentes provincias. “Tratamos de borrar un poco el folklore como gaucho, empanada, locro, vino y viva la patria. La verdadera esencia del folklore es la creación popular, espontánea y dinámica que sucede en los pueblos a cada instante”. Y agregan: “Lo más lindo de todo esto es haber compartido el espacio de la gente de verdad; nosotros vamos a su lugar, cargamos nuestros monos y caemos en la escuelita. Hola, somos Inti Huayra, nuestro sonidito y esto es lo que traemos”.
El balance del camino recorrido es siempre positivo y por eso apuestan a seguir creciendo con las mismas convicciones. “Si miro para atrás yo veo cuatro changos soñando y los veo hoy en la misma posición. La esencia es exactamente la misma que en el ’99, con muchas cosas en la mochila que son inevitable que pasen si es que estás en la búsqueda de cantar”.
Con la bandera del compromiso bien alta, el sábado 19 de mayo vuelven a tocar después de mucho tiempo en el Comedor Universitario de Córdoba pidiendo justicia por Mariano Ferreyra, un lugar que fue testigo de las luchas del estudiantado cordobés, que son de todo el país en realidad.
Inti Huayra y Mamá Chabela nos emocionan con su música y con su compromiso. Demostrando que hay que seguir creyendo en el arte y en su extraordinaria capacidad de construir puentes hasta lo más hermoso que tienen nuestras raíces.

«La enfermedad del fútbol es la plata»

Preocupados por el fútbol que vemos cada fin de semana en nuestras canchas, nos juntamos con Jorge Griffa, el maestro que detectó a casi todos los talentos en los últimos 30 años del fútbol argentino, para descubrir cuándo se dejó de jugar bien. La respuesta no fue muy alentadora: nos habló de los empresarios, los técnicos, los padres que buscan la salvación el los futuros cracks. «El punto inicial de todo eso es la parte económica, la plata. Esa es la enfermedad. El remedio hay que encontrarlo, todavía no hay», analiza Griffa.

 

Habla en pasado. Vaya uno a saber por qué si toda su vida escribió en futuro. Jorge Griffa le abrió las puertas de su experiencia a NosDigital. Nos dejó pasar y agarrar lo que anduviera por ahí, sus vivencias. En los estantes más empolvados están los años de defensor de Newell’s, sus 10 años en el Atlético Madrid y el par de años en el Espanyol de Barcelona. Luego, su vida como formador de jugadores. Nos miró con los mismos ojos con los que contempló a Gabriel Batistuta, Marcelo Bielsa, Jorge Valdano, Carlos Tevez, Gerardo Martino y Fernando Gago, entre otros, para luego decirles que podían llegar a ser profesionales. Quizá, también cracks. Y sin correrse ni un segundo del pretérito perfecto simple, el “Loco”, según lo apodó el mismísimo Bielsa, habló de su vida junto al fútbol juvenil, de sus comienzos en Newell’s –club al que se rehúsa a presidir-, de su paso por Boca y del porvenir, ese que lee en cuestión de segundos cuando de la pelota se trata.

-¿Cómo ve al fútbol?

-Hay una exageración de todas las partes. El punto inicial de todo eso es la parte económica, la plata. Esa es la enfermedad. Y el remedio… El remedio hay que encontrarlo, todavía no hay.

-¿Antes no existía ese problema?

-Antes había una que jugar 10 años seguidos en un buen club como para decir: “en una de esas me compro una casita, me pongo un negocito o me compro un cochecito”, y de ninguna manera era seguro. Fijate ahora cómo es que en un año o dos años los jugadores están salvados.

-Se suele hablar de “antes” sin precisar fechas, ¿usted cuándo sintió ese quiebre?

-Yo lo noté mucho en el año ‘95, cuando ingresé a Boca con Mauricio Macri. Ahí encontré un cambio enorme. Y, ojo, no por lo que me pasaba a mí si no por lo que me rodeaba. Y el cambio lo lleva también el tema de las comunicaciones. Antes vos te ibas a Europa y desaparecías. En cambio, hoy se potencia. Y todo lo que rodea a los medios es la parte económica. Eso quiso que las tentaciones se multiplicaran un montón. Los empresarios fueron un golpe también. Yo viví la época en que tomaban a un jugador, lo llevaban a un club y desaparecían. Ahora no. Se transformaron en representantes y no dejan solo al jugador, no piensan solo en ese momento de venderlo sino en lo que va a llegar, la futura venta, etcétera. Ese empresario llevó esa situación al fútbol profesional pero después pasó al juvenil. Ahí yo me enfrenté pero pensé ‘yo no soy Dios’.

-Hoy parece inevitable hacerse de enemigos con tantos empresarios.

-Yo choqué contra los representantes y empresarios porque me estaban quitando los afectos del jugador. Yo no les daba nada a los chicos, sólo la ilusión de que llegue a Primera División. En cambio venía el representante, le ponía algo en la mano y yo pasaba a segundo orden. Los afectos que yo estaba acostumbrado a manejar los perdía contra ellos. Ahí traté de no chocar ni pelear, con el diálogo. Y también hablaba con los padres. Les preguntaba ¿qué quieren para sus hijos? ¿que sea el mejor? ¿que llegue a Primera División? Bueno, yo quiero lo mismo. Así que para qué discutir. Siempre con un argumento se puede. Caso distinto fue el de Batistuta que no quería jugar al fútbol. El padre no quería saber nada. Yo insistí tanto hasta que se dio.

-Pero hoy los padres buscan sólo salvarse con los pibes, ¿o no?

-Sí, puede ser. En los primeros momentos, cuando yo arrancaba como jugador, la mayoría de los padres, no tenía ni idea que su hijo jugaba al fútbol. El chico se iba desarrollando en un deporte que le interesaba por jugarlo con sus amigos y veía como una quimera llegar a un ambiente profesional. Eso se presentaba por los potreros, los campeonatos de barrio contra barrio que había antes. Luego se fue manejando otras situaciones, otros compromisos. En la medida que sube la parte económica, bajan los afectos. Eso es negativo. Y en la medida en que suben los afectos, bajan las ambiciones económicas. Y eso tampoco es normal dentro de lo que se vive hoy. Por eso, los padres quieren salvarse con el hijo y no debe ser así. Por eso, los clubes quieren salvarse con un jugador, vendiéndolo antes de tiempo. Y por eso cualquiera quiere ser técnico sin tener las bases. Yo no digo Director Técnico ni Entrenador, en juveniles. Yo digo educadores y docentes. Todas estas cosas están manejadas con gente que desconoce el deporte. Tanto en lo dirigencial como en la educación del chico, en todos los sentidos: Lo futbolístico y lo extra futbolístico.

-¿Se le puede enseñar al futbolista a ser ídolo?

-Eso no se puede. El medio los complica. Cuando se encuentran en ese lugar, se creen superiores. No sólo en lo futbolístico, en todo. Y creen que tienen todo permitido, pero no es así. Viven dentro de una sociedad. Hay que enseñarles a vivir dentro de una sociedad y que se acostumbre a respetar cosas determinadas de ella. Si lo hace, va a ser incluso mejor jugador.

-¿A qué edad llega el jugador a su mejor estado?

-De los 14 a los 20 el desarrollo firme. De los 20 a los 24 dice ‘este soy yo’. De los 24 a los 30 va sumando. Y a los 30 es el momento cumbre, en el mejor momento técnico, psíquico y físico. Después empieza un lógico declive en lo físico.

-¿Messi es una excepción? Ganó todo antes de los 24.

-No, Messi todavía está en formación. Esperemos un poco más. Todavía puede crecer más, seguro.

-¿No se lo sobrevalora al jugador?

-Que no te quepa la menor duda.

-¿La responsabilidad es de quienes deben educar, entonces?

-Es que hay que aprender a ser entrenador, educador y docente. Para eso hay que desarrollar y profundizar el conocimiento de quienes son los encargados de educar a los chicos. Para que el jugador se desarrolle culturalmente como exige la sociedad. Ahí tendremos mejores jugadores. Dejemos de pensar que sólo interesa el éxito pegado al dinero.

-¿Cuál es la tarea del técnico de inferiores?

-No es sólo captar al chico indicado. Es muy importante el desarrollo que se le da a ese chico. Es tan importante lo que se capta como lo que se desarrolla. En una prueba se determina qué jugadores tienen las condiciones mínimas para poder llegar al éxito, pero de ninguna manera se garantiza el éxito. Se mira que tengan buena técnica, velocidad y temperamento. Pero después hay que tratar de llenarlos de conceptos futbolísticos a todos. Algunos entienden más, otros menos. Luego llegará el que reúna mayor condiciones futbolísticas y extrafutbolísticas.

-¿Y qué lugar ocupa el triunfo?

-Los que te dicen que es lo mismo ganar que perder te están macaneando. Aquellos que te dicen vale lo mismo jugar bien que jugar mal o que te dicen ‘andá y divertite’ te están engrupiendo de una manera tremenda. El fútbol te exige ganar. Desde que nacemos competimos. Está en el camino de cualquier ser humano. A quién no le gusta ser el mejor, ganar en todo, ser una persona eficaz.

-¿Eso exige ganar a cualquier precio?

-Yo digo que hay reglamentos que hay que respetar. Pero también es cierto que hay un compromiso y una responsabilidad con la camiseta que uno tiene puesta y consigo mismo. Por eso, al jugador no hay que exigirle ganar. Porque se lo llena de presión si se le exige eso y es negativo. Manejá el estímulo, preparalo para ganar, darle los argumentos para que tenga éxito. Eso es positivo. Hay que graduar la competencia. Los técnico impulsivos, los que se pasan de revoluciones con la exigencia hacia el chico, lo puede terminar malogrando. Aquel que se queda corto en la exigencia, también. Por eso, hay que buscar el equilibrio. Por eso, hay que pensar que lo que tenés adelante es una persona y que no la tenés que llenar de compromiso sino de responsabilidad con los argumentos que se necesitan para llegar al éxito. No hay que exigirles ganar, sino enseñarles a convivir con el éxito. Aprender a ganar.

-¿Y ahora quiere ser presidente de Newell’s?

 

-No, no tengo ganas. Me lo ofrecieron, me tratan de convencer pero no tengo ganas. Osea, soy muy cuidadoso. Ganas no tengo. Pero es una gran satisfacción que te vengan a buscar para cerrar el círculo ahí. Haber empezado como jugador de divisiones menores y terminar como presidente. No deja de ser una tentación. Sé que hay un montón de compromisos, responsabilidades, conocimientos que yo no tengo aunque sí conozco de sobra, por experiencias propias, del fútbol. Lo que yo quiero es no correr el riego, no por mí solo sino por el club, de que yo los limite por mis propias limitaciones. Tengo algunos conocimientos pero no la experiencia. En el fondo siempre tenemos un pero. Y en esta situación yo miro que tengo que ir a vivir a Rosario y estoy un poco acomodado a Buenos Aires. Tener que ir y estar en contacto con todas las cosas del club: Periodismo, socios, dirigentes… Dedicarle un montón y ya no tengo 30 años, ni 40, ya no tengo ni 50, ¡tengo más de 70! Si me quieren contratar para correr no estoy en mi mejor momento. Ahora, si me llaman para pensar creo que sí, que estoy muy claro, que tengo las cosas muy pensadas en lo que conozco. Me equivoco como cualquiera pero mucho menos que antes.

Bielsa, ese loco lindo.

-No hablamos de Bielsa hasta ahora.

-Es cierto, no hablamos del loco ese.

-¿Cómo era como futbolista?

-Como jugador tenía un gran temperamento, pero le faltaba una cosa importantísima, la técnica. Ninguno puede llegar al éxito si no tiene una mediana técnica y Marcelo no la tenía.

-Usted conoce bien el comienzo de él como DT. ¿Cómo fue?

-Se me acercó un día y me dijo “Jorge yo quiero trabajar con usted, pero no como preparador físico. Quiero ser técnico”. Lo conocía desde los 16 años y le contesté: “primero, vos no sabés un carajo, pero vamos a intentar que te metas en este torbellino porque yo sé que a mí tampoco me sobra mucho”. Lo que tenía yo era una pila más de experiencia por la diferencia de años. Lo puse en una división y pasaron los años.

-¿Cómo siguió?

-Y vino y me dijo “quiero ser técnico de Primera, Jorge”. Sí, le dije, vas a ser, pero cuando llegue el momento. Ahí le conté cuando yo creía que sabía mucho y no sabía nada. Lo salvé con eso. Ahí empezamos con un grupo de trabajo. Le dije “vamos a trabajar para que con ese grupo llegues a Primera División”. Le repetí que el equipo de Yudica, súper ganador, se iba a ir cayendo en algunos años y cuando esté en el último escalón íbamos a llegar con ese equipo. En ese grupo estaba Pochettino, Franco, Batistuta…

Técnico de técnicos

 

-Usted fue educador en juveniles. Pero formó técnicos también: Bielsa, Martino, Franco, Pochettino…

-No fue esa mi intención. Mi idea fue prepararlos para la vida dentro del fútbol. La situación les fue favorable y les sirvió.

-¿Entonces lo de Martino como DT del Newell’s puntero es casualidad?

-No, él está haciendo un buen trabajo. Está en una etapa ideal porque está con un pensamiento claro, viene de una gran experiencia en la Selección de Paraguay. El convencimiento de un técnico puede hacer que un jugador de cinco puntos juegue como uno de ocho.

-¿Quién es un buen educador de juveniles?

-(risas) Eso no te lo puedo decir. El problema ahora y fijate, también tiene que ver con lo económico. Hoy ninguno se quiere quedar con en las divisiones juveniles, todos están pensando en pegar el salto. Y eso es negativo. Delem era una persona muy interesante para el fútbol juvenil. Rodríguez también era muy interesante, lo escuché varias veces. Es una lástima que se haya ido de River.

-¿Cualquier técnico puede trabajar en cualquier división?

-No, hay técnicos que son para el fútbol infantil, otros para el juvenil y otros para el profesional. A Bianchi yo le decía que para los grandes era un mostro pero de los chicos no sabía nada. Teníamos una muy buena relación. Por lo general, el técnico de Primera se cree superior; y en muchos casos lo es. Pero hay un periodo de aprendizaje que deben tener con los más chicos.

Aclaración: Debido a que en Rosario la nota generó cierta polémica por las declaraciones de Griffa sobre su posible candidatura a presidente de Newell´s -que de todos modos no fue el tema en el que se centró la nota-, subimos ese fragmento de la entrevista para comprobar la veracidad de la nota.

Escuchá el audio de la nota con Jorge Griffa

“En la Masacre de Trelew no opera la prescripción”

Mientras la Justicia lleva adelante los juicios por el asesinato de los prisioneros de Trelew, cuarenta años después -se ve que se tomaron su tiempo-, NosDigital se cruzó un tiempo con la abogada del CELS, querellante en la causa contra los acusados por la Masacre, para que nos explique ciertas claves de los juicios.

A la noche se preparó un homenaje simultáneo en los seis pabellones ocupados por los presos políticos y sociales. Espontáneamente cada uno relataba aspectos de la vida, las convicciones, la personalidad de los caídos, hasta completarlos a todos. Posteriormente hablaron varios enjuiciando y condenando el alevoso crimen y fijando la responsabilidad en la Dictadura y el sistema. Luego a voz de cuello se gritó el nombre de cada uno y cada vez se respondía en forma vibrante y unánime: ¡Presente! ¡Hasta la victoria siempre! [i]

Así relató el inolvidable sindicalista Agustín Tosco su recuerdo acerca del 22 de agosto de 1972, cuando sucedió lo que se conocería como la Masacre de Trelew. 19 prisioneros políticos de los 25 que se habían dado a la fuga hacía poco más de una semana de la Cárcel de Rawson –espacio en el que el mismo Tosco estaba confinado- fueron despertados a mitad de la noche y ametrallados. Solo tres sobrevivieron, aunque su destino tendría el mismo final solo unos años después cuando una nueva dictadura les diese la muerte como a 30 mil hombres y mujeres más.

40 años después nos encontramos con Carolina Varsky, abogada del CELS (Centro de Estudios Legales Sociales) querellante junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en la causa contra siete militares acusados por la Masacre.

-Ustedes en el Juicio proponen que sean juzgados por Delitos de Lesa Humanidad, mientras que la Defensa de los acusados los quieren tratar como delitos comunes, ¿por qué ambas posturas?

-En realidad es así, en cualquier juicio relacionado con Delitos de Lesa Humanidad vinculados con el terrorismo de Estado, las Defensas siempre aducen que son delitos prescriptibles y en este caso que los delitos pasaron hace cuarenta años. Entonces dicen que fueron delitos comunes, asesinatos en este caso, pero como pasó tanto tiempo ya no pueden ser juzgados. Acá nuestro planteo es que no opera la prescripción, porque son Delitos de Lesa Humanidad ya que constituyen la génesis del terrorismo de Estado en nuestro país.

-La investigación para llevar adelante la causa arrancó hace cinco años, ¿hubo alguna irregularidad, algún problema, que les haya impedido seguir adelante en este tiempo?

-El trámite de la causa fue el común para este tipo de juicios ligados al terrorismo de Estado. Se plantearon ciertos incidentes que pasaron a la Cámara de Casación y luego a la Corte, que lamentablemente demoraron el inicio del juicio. Pero no hubo nada extraordinario que no ocurriese en otras investigaciones. Lamentablemente es un plazo largo, pasaron cinco años, pero lamentablemente también es una característica de lo que duran las instrucciones en los procesos penales en la Argentina, propio al Sistema Judicial del país. Si no, mirá lo que tardan los juicios por corrupción.

-¿Quiénes están sentados en el banquillo de los acusados?
-Luis Sosa, Carlos Marandino  y Emilio del Real son los acusados de ser ejecutores de la masacre; Rubén Paganini, de partícipe necesario, y Jorge Enrique Bautista, por encubrimiento. Ni Roberto Bravo, actualmente en EE UU -quien no concedería su extradición-, ni Alberto Mayorga, por salud delicada  dijeron presente en las primeras dos audiencias; la tercera arrancó este 17 de mayo.
Sobre este oscuro personaje por alguna razón protegido por Norteamérica, Alberto Camps, uno de los sobrevivientes recordaría un año después del hecho: “Otra cosa que indudablemente estaba dentro del plan de la masacre en la Base de Trelew, era que los cuatro turnos de guardia que había, dividían el día en pedazos de seis horas, pero el Capitán Bravo se las arreglaba siempre de noche. La mayor parte de las guardias las cubría él, con su equipo, las nocturnas y las diurnas. Prácticamente yo diría que dormía un turno, seis horas, y después estaba todo el día”.[i]
Pero, aún así, Carolina Varsky nos cuenta el trágico razonamiento yanqui para evitar traerlo para su enjuiciamiento: “tiene que ver que es una cuestión de derechos políticos y para ellos no es motivo de extradición”.
Si es un avance el esclarecimiento de estos sucesos –por lo menos por vía judicial- algo más nos hace ruido al escuchar sobre la Masacre: el carácter represivo y violatorio de los derechos humanos por parte de la Dictadura iniciada en 1966. Los sucesos de Trelew no fueron hechos aislados, un exceso, como a los genocidas y a sus amigos les gusta decir. Estuvo enmarcado en una política de Estado: asesinatos, torturas y privación de la libertad hacia aquellos considerados subversivos, peligrosos para el status quo, para el orden imperante.
Lastimosamente al preguntarle a Varsky acerca de la posibilidad de iniciar investigaciones y juicios contra la dictadura de la Revolución Argentina, su respuesta no fue otra: “La verdad no veo que haya un aumento en las investigaciones sobre este período, excepto en este hecho, que tuvo la singularidad de ser una matanza de 16 personas y el intento de matar a otras tres. Pero no conozco que se estén investigando otros hechos ocurridos en la dictadura del ´66”.



[i] Masacre de Trelew, relatos, Agencia Walsh: http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article1376 Fecha de Consulta: 17-05-2012

En Perú no quieren Conga

Sudamérica es un continente lleno de crucecitas. Cada cruz representa un conflicto y, en Perú, hay por montones. La más grande está en Celendín, Cajamarca, donde la minera Yanacocha quiere llevar a cabo el Proyecto Conga, de extracción de oro, y los campesinos se le oponen. Nos Digital dialogó con Andrés Caballero Huaccha, uno de los máximos representantes de la lucha ambiental en este pueblo que, en su acción, representa la resistencia de un pueblo de sangre caliente y realidades complejas.

Cortesía de caballeroredverde.blogspot.com.ar

Años atrás, todo viajero que llegaba a Cajamarca, en el Norte de Perú, era aconsejado por los lugareños: “Señor, no deje de conocer los Baños del Inca y después, tómese un micro y váyase para Celendín. Ahí, morenas y de ojos azules, viven las mujeres más lindas del país”.

Hoy, los tiempos cambiaron. “Señor, si viene para estos lados, no vaya para Celendín”, dicen los cajamarquinos. “Allí, quieren instalar Conga, el proyecto minero más grande de Sudamérica. Cambió el paisaje, desaparecieron muchas lagunas y la atmósfera se enrareció”. Las chicas siguen naciendo con cielo en la mirada, agregan, pero es que la contaminación quiere matar la belleza…

Conga pertenece a la minera Yanacocha, que está conformada por la peruana Buenaventura y por la norteamericana Newmont. Viene intentando desde hace largo tiempo lograr que la extracción de oro en la mina, allí en el medio de la sierra, comience a funcionar. Buscan metal precioso, saben que lo hay. Y se enfrentan, por eso, en una batalla muy desigual, con los pobladores de la zona, gente muy pobre, que sabe lo que son las promesas de desarrollo y las realidades de miseria y, por eso, no creen más en espejitos de colores (es la de Celendín otra crucecita para agregar al mapa de complejidades de Latinoamérica, una de esas que hay que analizar con lupa, pero para ponerla cerca, hacerla mirar al sol, y que del papel salga humito. Como pasa en Famatina, Argentina, en TIPNIS, Bolivia, en San Marcos, Guatemala, en Ituango y en Urabá, Colombia, en la comarca ngobé-buglé, Panamá, y en todos los lugares de esta porción del mundo en la que la sangre hierve al ritmo de reivindicaciones y frijoles calientes)

Andrés Caballero Huaccha es uno de los líderes del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca. Es periodista, tiene un blog muy leído en donde explica los pormenores del Proyecto Conga (http://caballeroredverde.blogspot.com.ar/) y está al frente de todas las marchas. Habló por teléfono con Nos Digital y contó algunas cositas referidas a lo que está sucediendo en su comarca, allí donde se mezclan dos herencias y las cholitas miran con pupilas claras. Su opinión no es la única válida, claro, ni refleja todo lo que sucede en el conflicto. Pero para conocer lo que opina la otra parte, basta con googlear Yanacocha y conocer todas las bondades que despliega la empresa.

-¿Cómo está haciendo la gente en Cajamarca para luchar contra Conga?

-Ha habido ya muchísimas marchas, y venimos retrasando el inicio del proyecto. Pero es difícil. La amenaza es la desaparición de varias lagunas, más de las que ya no existen. Ahora, estamos preparando una marcha macroregional que empieza el 31 de mayo, por tiempo indefinido, hasta que se cumpla lo que pedimos. El 21 empieza otra movilización, pero esta es más reducida, sólo en la región, hasta San Ignacio.

-¿Y cuál es el riesgo de que se instale la minera?
-Todos. Desde la contaminación del agua, que baja de las cuencas, hasta, como ya dije, la desaparición de lagunas. En el Departamento, de hecho, ya desaparecieron siete.

-¿Y cuál es la posición que ha tomado el presidente Ollanta Humala en el conflicto?
-Ollanta tiene una posición sesgada, a favor de la minera. Es así, no hay vuelta que darle. El presidente regional, Gregorio Santos Guerrero, en cambio, tiene una postura contraria, él es un dirigente rondero, la población le pidió defender el medioambiente y él lo hace. (NOTA DE REDACCIÓN: La situación en América latina tiene tantos matices y sabores que todo se confunde y debe analizarse con atención. Humala es un mandatario que llegó al Gobierno con retórica de izquierda y, pese a su posición con Yanacocha y a amigarse bastante con los mercados, ha ejecutado medidas sociales importantes. Un rondero es, a su vez, un ex integrante de las llamadas Rondas Campesinas, que nacieron en Perú como un grupo de defensa autónoma –léase: paramilitar- ante el acoso de Sendero Luminoso y que, una vez exterminada –o casi- la guerrilla maoísta a veces encontró su lugar en la sociedad pacífica y otras veces, no.)

-¿Qué es lo que dicen los que apoyan la instalación de la planta?
-Dicen que la planta va a generar desarrollo, pero en 18 años de minería, que son los que llevamos en Cajamarca, nunca pasó nada, nunca nada se repartió. De hecho, en ese momento, hace ya tanto tiempo, estábamos cuartos en el ránking del país en cuanto a pobreza, y ahora estamos segundos en el de extrema pobreza. Se hicieron varias evaluaciones de impacto ambiental: una la hizo el gobierno aprista, con unos especialistas españoles y portugueses, la hicieron a su gusto. La otra la hizo Robert Moran, uno de los científicos más reconocidos del mundo, y confirmó la inviabilidad del proyecto. Pero parece que eso al presidente no le interesa…

En ese momento, Caballero, con previo aviso, tuvo que cortar la comunicación. Enfrentarse a un grupo tan poderoso y trasnacional implica una pérdida enorme de energía, menos tiempo para estar con su familia, para mirar un partido de fútbol por la tele, para dormir, tomar un té, o para lo que sea. Al cabo, en estas batallas, micro por su lugar, macro por lo que implican y significan, se dirimen esos pequeños futuros de estas tierras, inmediatos y, en su inmediatez, para siempre. Continente de contrastes. De Proyectos Congas y luchas campesinas. De humo que sale del papel.

El Sur contra el silencio

A metros del obelisco nos encontramos con integrantes de El Suburbio. Próximos a su show en Greens, recuerdan sus inicios y el momento de quiebre en que afrontaron que la cosa se había puesto seria. Tras un demo y un disco, y con el mismo entusiasmo de siempre, pisan fuerte en la escena del rock y se animan a romper fronteras…Con la música a todas partes.

Mientras nos sirven la cerveza más cara del mundo para muchos de nosotros en una esquina muy paqueta de la city, pensamos ¿Por qué no compramos algo en el chino y nos sentamos en la plaza? Pero no podemos irnos muy rápido, sorpresivamente las sillas están encadenadas a la mesa, nos resignamos y pedimos otra.

Chocamos los vasos con Sami, guitarra y voz de la banda, Julito, bajo, Chelo, armónica y Mati, asistente. Pero el equipo se completa con Pablito en guitarra y coros, Toli, teclados y coros, Franco, batería, Pollo en percusión y un montón de personas que quieren a la banda y colaboran continuamente. “Lo bueno es que somos todos amigos, lo que hace un grupo de trabajo que tira para el mismo lado. Esto es re importante, porque sentís que hay buena onda” agregan los chicos.

El S.U.B.U.R.B.I.O que se define como “El Sur Uniendo Barrios Usando Rock Bajo Inspiraciones Ocultas”, arrancó en el año 2004 como un grupo de amigos que quería tocar; pero con el transcurso de los años, tras cambios de formación, la banda se fue consolidando y desde el 2009, la formación se mantiene intacta.

La carta de presentación llegó en el año 2006 con el Demo “Somos de una Misma Raza” que incluye las primeras diez canciones que conocimos de la banda. El público iba creciendo y la banda se afianzaba. Para el 2010, la sonoridad y el compromiso con el proyecto era otro, lo que dio lugar al primer disco “Aquelarres de Entretardes”. Si bien para la banda los nombres de discos y letras están abiertos a libres interpretación, aclaran: “Aquelarre es una juntada, para nosotros es la sala donde nos juntamos a ensayar, esas tardes que somos nosotros ensayando, eso es nuestro aquelarre”.

A partir del disco, la banda se paró diferente. “Tiene mucho que ver la edad y cómo afrontar las cosas también, quizás cuando éramos mas pendejos lo hacíamos por hobbie hasta que sin darnos cuenta vimos que lo que hacíamos nos gustaba, le gustaba a nuestros grupos de amigos y en las fechas se fue sumando gente. Es re loco cuando ya viene gente que va más allá de amistades. Cuando te empieza a saludar gente que no conoces, ahí cambia todo”

En el momento de definirse, los chicos no dudan en afirmar que hacen rock, pero defienden también que no tienen prejuicios para la música. “Mientras la música este bien ejecutada, no hay cartel que tenga que llevar, es una de las cosas que más nos identifica”. La amplitud musical que los caracteriza permite que a la hora de hacer un disco las distintas influencias y gustos personales se noten en las canciones bajo la premisa de disfrutar lo que hacen y poder transmitir un mensaje.

El disfrute se nota a la hora de subirse al escenario y el sábado 19 de Mayo promete una gran noche en Greens,  Av Lope de Vega 2542. El Suburbio vuelve a capital con todo después de haberse hecho fuerte en el sur de Buenos Aires. “Hay que copar primero el lugar que es de uno” aclaran.

Mientras empiezan a preparar el próximo disco, esperan una gran fecha en Greens y sueñan con que cada vez más gente entienda lo que es el Suburbio para ellos. Tirando siempre para adelante, caminando firme, el sur llega a Capital y promete fiesta.

Aquel multitudinario desierto conquistado

Acompañanos en un sobrevuelo bien rasante y veloz por un pedazo de la historia argentina que nos marcó como pocos otros. La mal llamada Conquista del Desierto encabezada por el personaje de los billetes violetas en las palabras de los protagonistas.  

Ocupación militar del Río Negro en la expedición al mando del General Julio A. Roca, de Juan Manuel Blanes


 

Imagínese estar por el barrio porteño de Caballito, y usted, amante del fútbol no tiene mejor idea que ir a visitar la cancha de Ferrocarril Oeste. Es día de partido y a unas cuadras ya siente el griterío, al estar frente a él lo ve completamente lleno: las entradas están completamente agotadas y los 24 mil lugares están ocupados. Sonríe y sigue su camino. Pero al hacer unos metros un completo desconocido –de barba larga, bigote tupido y ya entrado en años- le dice con total naturalidad: “no hay nadie en el estadio eh, ¡ni un alma!”. Lo ignora y prosigue, un loco más, píensa. Sin embargo, hace 120 años un loco con las mismas descripciones nos hizo creer que 24 mil indígenas constituían un “desierto”. Así, en esta nota nos encargaremos de esos prisioneros que a pesar de ser invisibilizados tuvieron un destino, trágico destino de muerte.

“El año 1879 (…) ha visto realizarse un  acontecimiento cuyas consecuencias sobre la historia nacional obligan más la gratitud de las generaciones venideras que la de la presente (…).Ese acontecimiento es la supresión de los indios ladrones que ocupaban el Sur de nuestro territorio y asolaban sus distritos fronterizos: es la campaña llevada a cabo con acierto y energía, que ha dado por resultado la ocupación de la línea del Rio Negro y del Neuquen.”[i]

Con estas líneas se iniciaba el “Informe de la Comisión Científica Agregada al Estado Mayor General de la Expediciónal Río Negro (Patagonia)” ordenada por el mismísimo Julio Argentino Roca en 1879 para dar cuentas al Congreso de la Nación sobre su grandiosa gesta civilizatoria.

¿Qué nos cuenta el propio Roca acerca de los prisioneros? Terminada la conquista, en ambas Cámaras mostraba los resultados: 1271 “indios de lanza” incorporados al Ejército Nacional o a la Marina, 600 “indios fueron enviados a Tucumán, con destino la zafra” y “muchas mujeres y niños distribuidas en el seno de familias que los solicitaban, con intervención de la Sociedad Benéfica y el Defensor de menores”[ii].

Por ahora la cuenta nos cierra que sabemos que dos mil terminaron ya sea incorporadas a las Fuerzas Armadas encargadas del propio exterminio y despojo de las comunidades, otras tantas como mano de obra servil en los ingenios azucareros tucumanos. Sobre las “muchas” mujeres y niños, lo mismo, separadas de sus familias se convertirían en servidumbre para las altas casas de la elite.

Darío Aranda en Argentina Originaria, nos cuenta que otros tres mil fueron esparcidos por Mendoza para trabajar en el área vitivinícola.

Pero sin dudas, el destino más terrible que podían tener eran los –lisos y llanos- campos de concentración, desplegados por todo el país: Junin de los Andes (Neuquén), Chinchinales y Valcheta (Río Negro), Carmen de Patagones (Buenos Aires) y, el más terrible de todos, La Isla Martín García.

Las cuentas bautismales permiten contar 825 indígenas que allí fueron depositadas en 1879. “Fue claramente un mecanismo de control social enmarcado en un proceso mucho mayor: el del genocidio”, precisa Alexis Papazian, que forma parte de la Red de Estudios sobre Genocidio. Explica que en 1890 ya no quedaban indígenas en Martín García[iii].

Entonces para 1879 los resultados eran claros: primero, conquistados a punta de lanza, luego obligados a dejar sus tierras, ganado, cultivos y propiedades. Si sobrevivían al viaje, no les esperaba mucho más que el trabajo servil en hogares aristócratas, campos de hacendados o en un Ejército genocida. ¿Y todo por qué? Dejemos que Roca responda solo: “Dicen que dilapido la tierra pública, que la doy al dominio de capitales extranjeros: sirvo al país en la medida de mis capacidades. (Carlos) Pellegrini mismo acaba de escribirme que la venta de 24 mil leguas sería instalar una nueva Irlanda en la Argentina. ¿Pero no es mejor que estas tierras las explote el enérgico sajón y no que sigan bajo la incuria del tehuelche?”[iv]

Por si queda alguna duda, entre 1800 personas se repartieron los 42 millones de hectáreas de las tierras conquistadas, total equivalente a 30 veces el tamaño de Inglaterra.