Archivo por meses: noviembre 2011

De la luna

Por Flavia Zuberman*
Ana entendió , demasiado pronto, que siempre es para nunca.
Con la terquedad de siempre y la certeza de nunca siguió caminando. Pero ahora se le perdían las huellas, se le borraba el destino y su plato no estaba servido.
Se le perdió el sol y su tiempo dejó de ser naranja. Se oscureció la noche y la luna dejó de ser blanca.
Por eso pinta. Para mezclar colores, para crear caminos que no se deshacen, garabatear lunas que se vean siempre.

Y de una de esas lunas, un día se baja Ernesto. Y se le mete en su casa, y se le queda en la vida. Acompaña su mirada clara y su paso oscuro. Admira sus cuadros y no le pregunta.
Empieza otro siempre, más blanco que nunca. Ana se deja llevar y sigue pintando.

*Flavia es es maestra, Licenciada en Ciencias de la Educación y Magister en Educación (Formación del lector literario). Le gusta leer, escribir, enseñar, aprender, viajar y cantar. Cuando no lleva a su hija Morena al jardín, ni le prepara la mamadera, ni anda de viaje por laburo se las arregla para inventar alguna cosa como la que nos prestó para publicar en NosDigital.

La misma basura

 Comunicaciones está por caer en manos de Moyano con el guiño del GCBA, que le cambia el club por el arreglo en la recolección de la basura. Tras usar a socios para fiscalizar por el PRO con la promesa de salvar el club, el macrismo los traicionó y podría matar la identidad de un barrio.

Fotos: Nos Digital.

Comunicaciones está en la cornisa. En quiebra desde el 2000, las comisiones directivas impuestas por el juez de la causa, Fernando D´alessandro, no pudieron dar vuelta la situación en estos once años. Con el desentendimiento de la AFA, la ayuda tramposa del PRO y la ambición del moyanismo en contra, la institución de Agronomía está a punto de desaparecer.

El panorama hasta aquí es confuso. El período para restaurar la quiebra que otorga la ley se terminó. El predio se puso a disposición de quien lo quiera comprar. Moyano se anotó. Los socios, impulsados por la legisladora Delia Bisutti, del partido Solidaridad e Igualdad, y también ayudados por el diputado porteño Aníbal Ibarra, impulsaron el plan rescate en la Legislatura. Se sancionó una ley por unanimidad desde el Poder Legislativo para salvar a Comu. El PRO, con sus imposiciones, se prendió en la movida. El Ejecutivo de la Ciudad pretendía hacer un estadio público en una porción del predio y devolver lo restante a los socios. Bajo esa negociación, la de lo menos malo, fueron a la lucha contra el moyanismo, que quería comprarlo íntegramente, disolver la asociación civil y constituir una mutual para los afiliados del gremio de Camioneros. Los socios sólo seguirían siendo dueños en el caso de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) gane la pulseada.

 El PRO y la estafa a los socios

 En abril de este año, cuando NosDigital publicó la investigación sobre el origen de la debacle y sobre la situación de aquel momento (ver El sentimiento no se remata), el cielo no estaba tan nublado. El PRO, bajo el peso del Ejecutivo, se había comprometido a salvar el club. El camino parecía allanado. Todo ese panorama de posibles ilusiones se tormentó. El PRO mintió, fue para atrás. Entusiasmados por las pasadas elecciones porteñas el partido de Mauricio Macri inventó un nuevo tipo de manoseo popular: el clientelismo de la esperanza. “Nos dijeron que el club estaba salvado, que nos despreocupemos”, confiesa uno de sus socios, Roberto Ruiz. “Acto seguido nos pidieron que los ayudemos con la campaña: movilizar gente, repartir volantes, llevar gente a un local que abrieron sobre Avenida Rivadia al 5200. Cosas de ese estilo. Es más, el día de la elección, me llamaron de urgencia porque se les había complicado el tema de los fiscales en un par de escuelas: les fiscalicé un colegio de Avenida La Plata. Volví a ser fiscal en el balotaje”. Roberto confiesa que aceptaron “sin dudar”, que todos los socios, incluidos “los muchachos de la barra”, votaron al PRO: “Nosotros sabemos cómo es la política, no nos sorprendió, ellos nos ayudan, nosotros los votamos”. Culminadas las triunfantes elecciones la bicicleta empezó a girar: “A mi me empezó a picar la espalda, no nos atendían los teléfonos, no nos contestaban las inquietudes y ahí salto la ficha: al club lo estaba por adquirir Moyano”. La política punteril del PRO, del partido que se llena la boca de una política diferente, de globos y bailes, no te vende el pancho y la coca, te vende una ilusión, la de salvar lo que te apasiona. La legisladora Delia Bisutti agregó: “Hay que hacer una mirada crítica al PRO por utilizar una ley en defensa de un territorio para socios en beneficio de un partido. Es una actitud deleznable”. Desde el macrismo, en la voz de Paula Villalba, directora general del Departamento Legal del Ministerio de Desarrollo Económico, el mensaje es otro: “No sé por qué hicieron eso los socios. Debe haber sido un tema de ellos. Sé que participaron de la apertura de un local nuestro, pero yo pensé que era porque ellos querían participar. No me puedo meter en sus convicciones políticas. No sé con quiénes habrán fiscalizado, no tengo idea. No sé para qué grupo habrá trabajado Ruiz, pero si son sus convicciones políticas está fenómeno”. Al respecto, Ruiz, no deja ninguna duda: “Macri es un farsante, nos mintió”.

 El arreglo entre Moyano y el PRO

 El ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad, Francisco Cabrera, el mismo que aseguraba a los socios que el club estaba salvado durante la campaña, fue el que un viernes 7 de octubre se juntó, en una reunión de 5 minutos, con Hugo Moyano. Sí, con el tipo que se tenía que enfrentar para defender los colores del Cartero, de un barrio entero. A favor de todos los pronósticos, no fue a pedirle que se retire del remate, fue a negociar “beneficios para los socios en caso de que el club se lo quede la Mutual de Camioneros”. “Esas declaraciones fueron como tirar la toalla”, se lamenta Ariel Venneri, otro histórico socio de Comu. Villalba lo confirmó: “Quería conocer la propuesta y saber en qué punto se beneficiaba al socio en caso de perder”. Para no dejar ninguna duda remató: “Es una oferta muy superior a la nuestra, nos sorprendió”.

Delia Bisutti se indignó por la reunión del PRO con Moyano: “Pensé que todos tirábamos para el mismo lado en este asunto”. A su vez, Anibal Ibarra dijo que “siempre había sospechado que el GCBA no se iba a pelear a fondo con Moyano por Comunicaciones”.

El PRO y Moyano pactaron. Detrás del club Comunicaciones hay algo mayor. Se puede intuir que semejantes peces gordos no van a tranzar por un club de barrio, de la Primera B Metropolitana. No, no es sólo por eso. En esa reunión se habló un tema más: la basura. El contrato con los recolectores de basura se está renegociando. Macri no quiere quilombos, quiere la ciudad limpita, sin aumentos en el contrato. “A lo mejor están intercambiando figuritas”, sospechó Bisutti, luego de aclarar que “se puede suponer que hayan decidido que Comunicaciones podía ser una moneda de cambio para bajar los precios de las negociaciones con los recolectores de basura, a mi me genera dudas porque el gobierno todavía no resolvió esos contratos, en ese marco de negociaciones entre el gobierno y el gremio, desde mi mirada política, se abre un interrogante”. Por otra parte, Aníbal Ibarra, afirma que “no sólo por la basura” el macrismo no se hubiera enfrentado a full con el moyanismo, sino por el “gran poder” que Moyano tiene en la Ciudad de Buenos Aires: “el PRO nunca iba a llegar a fondo por Comunicaciones”.

Del otro bando, desde el moyanismo, también hay intenciones que exceden las de adquirir el predio de 17 hectáreas para hacer una mutual. Moyano quiere la plaza de AFA. Meterse en el mundo del fútbol con nuevo soldadito que se le sume a Camioneros Fútbol Club, que milita en el Torneo Argentino C; a Barracas Central, club de la Primera B cuyo presidente, Claudio Tapia, es el yerno de Moyano; y a ciertas facciones de Independiente, donde su hijo Pablo maneja el fútbol amateur y tiene supuestos vínculos con la barra. “Esto dejaría un precedente histórico nefasto que dice que las plazas se pueden comprar”, advierte el abogado César Francis, coordinador de la ONG Todos por el Deporte, organismo que asesora a los socios y a Bisutti en la causa.

Moyano dice tener el apoyo de los socios por haber “juntando 5.000 firmas de los vecinos”. “Los socios actuales tendrán descuentos, el club no va a desaparecer”, promete el sindicalista. Ruiz, por su parte, afirma que esto es “mentira” y agregó: “Nos quieren comprar dándonos cargos en la Mutual”.

Las figuritas van y vienen, la plaza en AFA por los contratos de la basura. En esa fuerte cruzada, de pesos y peces gordos, está el club Comunicaciones y sus socios.

 Sus discursos, sus contradicciones

 Comunicaciones también es víctima de las contradicciones y las mentiras de los discursos de unos y otros. Desde un discurso netamente popular, Moyano construye poder y apoyo incondicional de los trabajadores de siempre. Es el mismo que desde esa construcción popular, de su querida CGT, ahora se comporta como un agente de mercado para comprar un club de vecinos y socios con un invaluable valor popular. “Moyano se hace un muy flaco favor a él y al sector que dice representar avanzando por Comunicaciones, porque termina actuando como un agente de Wall Street, el pez grande se come al chico, en este caso el club. Se está deglutiendo un espacio comunitario, borra el ADN genético del club, los colores. Si te guías por su discurso, no se entiende”, interpreta César Francis. Por otro lado, Anibal Ibarra opina: “No me sorprendió la posición que tomó Moyano, él intenta hacer su negocio. Se puede quedar un gran terreno por poca plata. Yo critico fuertemente al juez que frente a una opción pública, se inclina por Moyano. Me resulta sospechoso”.

Por otra parte, los socios chocan contra la incapacidad del PRO de entender lo que significa un club en la vida de un barrio. No encaja en su ideología. César Francis lo explica: “El PRO sacó una ley en la Legislatura, impulsada por Bisutti, Ibarra y Screnzi, para defender a un club de barrio, cuando el macrismo tiene severos problemas para comprender lo que es un club, algo del campo popular. Es una limitación severa para concebir que no todos los clubes son Boca, que hacen a la identidad ciudadana y social. Es imposible hacérselos entender porque nunca lo vivieron. Al primer tiroteo, la primera disputa, se ve la falta de decisión, convicción. Faltó huevo”.

Paula Villalba, representante legal del Ministerio de Desarrollo Económico, la pata que el Ejecutivo designó para representar a los socios ante el juez, se excusa: “No podemos hacer más nada. Competimos contra Moyano dos veces ya. No creo que haya que hacer una autocrítica. No tenemos una ley que nos avale para presentar una nueva propuesta, no nos la van a recibir. Yo no sé si hubo fragmentaciones dentro de nuestro partido. Yo sé qué hizo el ministro Cabrera, y eso que ni siquiera somos el Poder Legislativo, quienes votaron la ley por unanimidad. Nosotros cumplimos el mandato de la Legislatura, para saber cómo es el orden de las cosas. Hasta nos dijeron cuánto ofertar. En las reuniones donde estuvieron Bisutti e Ibarra se habló el tema de la oferta, estábamos todos de acuerdo”. Bisutti responde: “El Ejecutivo es quien tiene las herramientas para dar los pasos más fuertes que se requieran”. Ibarra agrega: “Esto expresa que sectores del Gobierno hicieron simplemente una pose, para quedar bien, pero en el fondo no están dispuestos a disputarle a Moyano el club Comunicaciones”.

 La AFA: a mi estas balas no me rozan

Desde la AFA, lo de siempre. La inacción. Obviando sus responsabilidades directas para evitar que Comu entre en quiebra, controlando, como debe, las cuentas y los presupuestos de los clubes que afilia, y también desentendiéndose de sus responsabilidades indirectas: uno de sus afiliados se está yendo a pique, va a desaparecer, y no hace nada. Desde Todos por el Deporte expresan: “Es triste ver como la AFA de Julio Grondona nada hizo para rescatar y salvar al club. Grondona es el presidente de la AFA y es el vice de la FIFA, pero le desaparece un club en las narices y nada hace para evitarlo. Y encima luego gana su reelección sin un solo voto en contra. No habrá más Fútbol Para Todos si desaparece Comunicaciones”. César Francis aporta: “La AFA podría haber levantado la deuda en un segundo, era un vuelto. La asociación tiene responsabilidad general directa e indirecta, Grondona en particular, también los socios, el Ejecutivo porteño y las comisiones directivas”. En esto último coincide la mayoría, la deuda no era irremontable, al contrario, era baja. Ariel Venneri, en la piel del socio, lo resume: “El monto de la deuda no era imposible de pagar, se pudo hacer tranquilamente, pero el doctor Eduardo Fenochietto -último interventor del club impuesto por el juez D´alessandro- destruyó el club e impuso la lógica del sálvense quien pueda. Eso fragmentó al club y lo fácil se hizo difícil”.

La deuda al momento de la quiebra, en el 2000, era de 20 millones de pesos. Al 2008 era de 8 palos. Los socios en aquel año presentaron un proyecto para terminar de sanear al club en tres años más, basándose en que en 2007 habían entrado casi 2 millones limpios. El juez D´alessandro rechazó la propuesta y Fenochietto no se dio por enterado y despilfarró gastos por encima de lo planeado sin ningún tipo de notificación presupuestaria. “Fenochietto y el juez tienen la intención de que el club parezca abandonado, quieren dar esa imagen. El club está vivo y ellos no vinieron más de 15 veces en estos 10 años. D´alessandro rechazó nuestra propuesta, sin siquiera leerla, en un escrito de media carilla, contestando a un laburo de dos años por parte de los socios”, cierra el contador y socio Venneri. Hoy la suma se estira a 11 millones porque se le suman los honorarios de los abogados que representan a los socios en el concurso del terreno. La deuda de Comunicaciones, exclusivamente, sigue siendo de 8 millones.

La preferencia del delegado judicial en el club, Eduardo Fenochietto, se resume en sus propias palabras: “Con la propuesta de Moyano se paga el pasivo, los compradores mantienen y asumen a los socios y le inyectan otros 16.000 asociados”. ¿De qué socios habla el representante del período de salvataje más nefasto del club si con la propuesta de Moyano no hay más club, ni socios? Ser invitado no es ser socio y los socios no quieren ser invitados del club de sus amores.

La definición

Comunicaciones puede desaparecer y la comunicación puede ser cómplice. El club de Agronomía se remata al mejor postor y la Mutual de Camioneros de Moyano pica en punta con el guiño de unos, de otros, de los de más acá, más allá y de aquellos también. El PRO, el juez D´alessandro y la AFA son pequeños tornillos ensuciados con la grasa de una maquinaria de desidia y desinterés por lo popular, que amenaza con extinguir a un club de un valor histórico, cultural, barrial y popular que se resume en los colores que el fútbol argentino está a punto de llorar: amarillo y negro. Es la pasión de los que no son escuchados, pero sí manoseados y tentados con entrar al mundo de lo devorador con una sola y tentadora y sucia propuesta: la sumisa inacción. Qué corra la voz, Comunicaciones fue, es y debe seguir siendo de los socios. La sentencia todavía no salió y desde todos los sectores afirman que “todavía es posible”. Porque, si bien la oferta del moyanismo es de 52 millones y la de la Ciudad es de 26, los socios y los legisladores apelarán a que el juez tenga en cuenta que la mitad de la oferta de la Mutual Camioneros se basa en inversiones a futuro, lo que debería ser irrelevante para la decisión final, que sólo debe determinar quién se queda con el terreno y no lo que luego se hace con él. La sentencia se espera para los últimos días de noviembre.

El terreno que se remata es de 17 hectáreas, ubicado en la Avenida San Martín y Nazca, un verdadero pulmón en el medio de la Ciudad de Buenos Aires. Su valor fue tasado por el Estado en 168 millones. Ambas ofertas por el terreno rondan los 26 palos… La diferencia es que una oferta es estatal y beneficia a los legítimos dueños: los 2800 socios. La otra, aunque sea difícil de entender, es de un privado, un empresario que quiere hacer su negocio.

El grito no callará: “Comu es de los socios y de nadie más”.

«Una clase social no se cuestiona a sí misma, y el Gobierno responde a la suya»

En otra edición del ciclo de entrevistas a economistas, Rolando Astarita, docente en diferentes universidades, pensador contemporáneo y escritor, se sienta con NosDigital. Vinculando siempre lo pragmático con el marxismo, dice tener ideas “minoritarias y marginales”. Habla acerca del modelo K, sus límites, las medidas que tomó el Gobierno, el capitalismo, la situación social argentina y otorga conclusiones respecto a cómo ve hoy el movimiento sindical en nuestro país. Así critica, cuestiona y se enfrenta con quienes dicen ser la izquierda argentina hoy en día: ¿Esto es ser “progre”?

-¿Qué podría decirnos acerca del modelo económico de la Argentina?

Fotos: Nos Digital

-Las medidas de Kirchner para salir de la crisis fueron nulas. No hubo ninguna medida cualitativamente distinta a lo que se venía haciendo. La idea de que aquí se planificó una estrategia a largo plazo de desarrollo capitalista no la creo. Más bien fueron respuestas a grandes crisis macroeconómicas, y a partir de ahí se fue elaborando todo esto sobre la marcha. Esto ha sido un producto de la crisis del 2001, pero a su vez se inscribe en una alternancia que hemos vivido en las últimas décadas de tipo de cambio alto o tipo de cambio bajo. Dólar alto o dólar bajo, básicamente. Una constante a partir de la crisis de fines del ‘74.

-¿Cómo es esto?
-La política de fin del 2002 estaba basada principalmente en tipo de cambio alto, es decir, una moneda muy depreciada. Resalto que la recuperación económica se basa en la explotación de la clase trabajadora. Digo esto porque ahora el Gobierno menciona que la receta argentina frente a las crisis es tal o cual y, en realidad, la receta ha sido abaratar el costo de la mano de obra (en términos de dólar) lo que permitió que se recupere muy rápidamente toda la industria. Y las exportaciones industriales mejoraron, pero no son nada extraordinario. Y, por otro lado, se aprovechó mucha capacidad ociosa que había en cuanto a capacidad de producción y el hecho de que en los ‘90 había habido una renovación del parque industrial. Aclaro, es un error creer que eso no pasó.

-¿Qué problemas conlleva este modelo? ¿Qué límites contiene?
-Bien, este tipo de desarrollo basado en la precarización del trabajo. Permite aumentar la competitividad en el mercado mundial, y las empresas que producen bienes tranzables mejoran rápidamente su rentabilidad. Pero hay empresas de servicios que quedan con sus tarifas mucho más atrasadas, con una tasa de rentabilidad más baja y un aumento de competitividad que no se basa en un verdadero desarrollo de fuerzas productivas. Los marxistas llamamos a este desarrollo “bien extensivo”, esto quiere decir que no es un desarrollo de alto capital por obrero.

-¿Había otra forma de salirle a la crisis? ¿Ha escrito algo sobre eso?
-Yo lo que traté de explicar en dos capítulos de mi último libro: cuando la moneda se empieza a apreciar por suba de los precios internos, suben los servicios, como está anunciado para el año que viene, los salarios también, se generan crecientes presiones inflacionarias. Hay dos salidas: la que intentó la Alianza con Cavallo el último año y medio de mandato, bajar precios y salarios, lo cual es un proceso terrible porque a medida que bajan precios y salarios se contrae la inversión y estás en un espiral descendente cada vez peor. Fracasó, vino el corralito y después el ajuste sobre los salarios se hace hizo vía devaluatoria. Hoy, en esta coyuntura, si el Gobierno devalúa se acelera la inflación. En condiciones extremas esto termina en alta inflación. En esas condiciones el mercado no puede funcionar. En términos marxistas diríamos que deja de funcionar la ley del valor, la moneda desaparece y se remplaza por el dólar.

-¿Tiene que ver esto con las medidas de control de cambio que se están tomando?
-Lo que hacen hoy es una receta intermedia, es decir, van frenando el tipo de cambio para que no se acelere la inflación y al frenar el tipo de cambio, se les está revalorizando la moneda. Entonces no hay salida aquí. La situación para el Gobierno no es grave todavía, no es el 2001, pero se le está complicando lentamente.

-¿Todas las salidas son críticas?
-Sí, sobre todo para el trabajo son terribles. Toda crisis implica que el capital recupere su rentabilidad desvalorizando enormes sumas de capital, default, quiebras, etc. y,  desvalorizando el trabajo, aumentando los ritmos de producción y bajando los salarios. Por eso nunca hay una salida de una crisis que no la pague la clase trabajadora. Si fuese posible que la crisis la pague el capital yo no sería socialista. Soy socialista justamente por eso.

-¿Cómo entiende el panorama económico-social en nuestro país?
-Hoy hay una costumbre  de hablar de los grupos y esto da la sensación de que son tres o cuatro o cincuenta grupos concentrados. Y no es así. El sistema capitalista es una clase social que explota a la trabajadora y que vive del trabajo de los obreros. Este puede ser el dueño de una empresa de veinte obreros, de los cuales tiene cinco en negro, la mujer tiene una chica que le limpia la casa también en negro, sin vacaciones. Estos días que el Gobierno estuvo interesado en controlar el intercambio de dólares. Mandaron cantidad de inspectores. Los inspectores no se mandan a la infinidad de lugares donde se está sobreexplotando a trabajadores y todo el mundo hace la vista gorda. Insisto, hay un interés de clase aquí que quiere mirar para otro lado. Que hagan inspecciones en casas de cambio, pero también háganlo en la infinidad de lugares donde el trabajo en negro y la falta de seguridad social es masiva. Los “prestamos en el acto”, por ejemplo, son cosas usurarias. Chupasangres de la clase trabajadora. Son una red de medianos financistas, no es solamente el Chase Manhattan, es una red de clase capitalista. Y eso nadie lo cuestiona. Porque una clase social no se cuestiona a sí misma, y el Gobierno responde a ellas. Por eso el discurso “progre” dice que el problema es el FMI, el problema son los grandes grupos. Hay que ser crítico de ellos, pero también de lo otro.

-¿Las retenciones no intentaron ser una medida “progre” fáctica?
-No. El verdadero impuesto progresista es el impuesto a la renta agraria, no esto. Es el impuesto al propietario de la tierra por el que cobra la renta. Esta idea de que en sí mismas las retenciones son algo muy progresistas es relativa. Onganía puso retenciones para subvencionar a la actividad industrial de los grandes grupos. Esto no es otra cosa que distribución de plusvalía que se hace al interior de una clase dominante y no en beneficio de la clase trabajadora. A ver, si yo abarato el pan para que los industriales paguen salarios bajos lo que estoy  generando es una redistribución de plusvalía al interior de la clase dominante. Marx alguna vez dijo que la forma de bajar la renta agraria era aumentando el salario de los obreros rurales. Hoy los obreros rurales están haciendo huelgas para aumentar sus salarios en un silencio absoluto. Aquí ni la sociedad rural, ni el agro, ni la UIA, ni los K, ni el progresismo izquierdista se solidariza con los trabajadores rurales que están pidiendo un aumento de salario porque su paga es muy baja. 

-¿Y hoy cómo ves el movimiento sindical actual?
-Está en calma desde hace años. En este tema tengo bastantes discrepancias con gran parte de la izquierda que plantea casi de inmediato una revolución socialista. Y si muchos piensan que aquí hay una situación prerrevolucionaria, yo no veo nada de esto. El nivel de conflictividad es bajo, sobre todo en los grandes centros industriales, las direcciones sindicales no han sido cuestionadas en ningún lado, sólo en algunos pocos focos. Incluso cuando estalló la crisis en el 2001 una gran parte de la izquierda se creía que había habido una revolución. Iban a las asambleas barriales de Parque Centenario creyendo que iban al Congreso de los soviets. Yo les dije: discúlpenme, aquí yo no veo nada. Porque el obrero como conjunto en el 2001 no estuvo. Yo viví los ’60, y los efectos del Cordobazo se traducían en la aparición de militancia sindical importante que cuestionaba las direcciones burocráticas y las enfrentaba.
Creo que hoy estamos en una lenta etapa de acumulación de fuerzas, de cuidar posiciones cuando se logran, no llamar rápidamente a la huelga, ni a la lucha. Porque aparte de eso creo que muchas veces corremos el riesgo de llevar a la gente a la aventura.

-¿Participa usted activamente en política?
-Ahora no, pero siempre tengo discusiones y diálogo con gente que le interesan estos temas. Tengo un blog, y sé que la gente lo usa como herramienta de estudio, debate y análisis. Yo he militado bastante tiempo en el trotskismo y rompí en los años ‘90.  También hace 13 o 14 años traté de formar un grupo, un embrión político y no tuve éxito. No logré convencer a la gente de algunas de mis ideas. Mis ideas son muy minoritarias y marginales.

-¿Y no se siente representado por nadie?
-No, yo dije que iba a votar al FIT (Frente de Izquierda y los Trabajadores) por ser un frente de izquierda que puede revindicar ciertas ideas de la clase trabajadora, pero realmente no me sentí identificado ni con su programa, ni con su discurso, ni con sus análisis políticos, ni con los métodos que emplea el partido. Mi manera de pensar es muy distinta.

 
Rolando Astarita es docente en la Universidad Nacional de Quilmes, Carrera de Comercio Internacional, y en la Carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. También, desde el segundo cuatrimestre de 2005, dicta “Desarrollo económico” en la Carrera de Economía, Facultad de Ciencias Económicas, de la UBA.
Según él mismo, en sus clases trata de presentar varios puntos de vista alternativos y anima a alumnos y alumnas a ser críticos y a formar sus propios puntos de vista.
 En lo que tiene que ver con su formación intelectual, Astarita se egresó en el Colegio Nacional Buenos Aires en 1969 y desde entonces su formación fue enteramente autodidáctica.
Escribió libros, artículos y algunas notas que están hoy en su página (www.rolandoastarita.com.ar) y en actualiza con cierta constancia su blog (rolandoastarita.wordpress.com), lugar en el que debate, discute e intercambia ideas con sus alumnos, colegas, críticos o cualquiera que lo deseé.

«Nuestra revolución iba a ser distinta y mejor»

En la segunda y última parte de la entrevista a Luis Mattini, ex miembro del PRT y del ERP, habla más sobre la vida dentro de la clandestinidad, la partida al exilio, los diferentes mitos creados alrededor de la lucha armada y su visión sobre la política actual de derechos humanos y del modelo kirchnerista. Palabras clave de un protagonista para la revisión histórica que se hace necesaria.

 

-Luego del Operativo Independencia del 75’ y la dictadura sólo unos meses después, ¿cómo fueron sus años en el exilio?

Fotos: Nos Digital.


-Salimos al exterior con el solo objetivo de reorganizarnos, no existía el término exilio todavía, estaba prohibido en nuestra organización. Me acuerdo cuando venían los uruguayos Tupamaros, o los chilenos del MIR, nos hablaban de exilio y nosotros los mirábamos mal. Cuando lo matan a Santucho, yo quedo a cargo del PRT, porque soy el único que queda con vida del grupo dirigente. Reorganizamos una dirección, pusimos de nuevo el partido en marcha, y decidimos viajar a Cuba para que definitivamente nos dieran un entrenamiento fuerte. Pensábamos que acá había que seguir con las armas para rato.
Salimos para allá los de mayor jerarquía, queríamos agarrar a Fidel y exigirle el apoyo militar que nos había negado antes, pero ahora en Argentina teníamos una dictadura. Nunca llegamos a La Habana. Nos juntamos en Praga, les explicamos nuestra necesidad de entrenamiento. Los cubanos nos pidieron que paráramos a mirar qué pasaba en nuestro país, y para que los de aquella época te dijeran eso… “Están teniendo demasiadas bajas, tanto ustedes como los Montoneros, algo está mal. Tienen que reunir al Comité Central y rever lo que pasa”, nos cortaron el viaje a Cuba en muy pocas palabras. Ahí mismo decidimos sacar el resto del Comité, eran doce compañeros, los hicimos venir al exterior también. Nos reunimos finalmente en Roma, porque en Argentina hubiera sido imposible juntar a tanta gente sin que nos encuentren: estuvimos quince días revisando las macanas hechas, y elegimos empezar todo desde cero. Queríamos preparar compañeros en el exterior, e ir regresándolos de a poco, pero ya entrenados. Nos empezó a ir cada vez peor, nos fuimos desangrando. En el ‘80 ya casi no existíamos, yo soy destituido como Secretario General, por fracasar. No hay una acusación más grave ni menos grave que esa, yo me quedo en banda en México, y ahí sí paso a ser un exiliado. Estuve diez años fuera de Argentina, y cinco años con un pasaporte falso, que recién cuando terminó todo el partido, fui a Suecia y conseguí uno verdadero.
 
-¿Cómo era la participación de las mujeres dentro del ERP?
-Las compañeras asombraban a los cubanos y centroamericanos, sinceramente no lo podían creer. Tanto las argentinas como las uruguayas. Nosotros enviábamos contingentes de entrenamiento a Cuba, y ahí iban muchas mujeres. Los cubanos no podían creer que ellas pudieran ser tan buenas combatientes como los varones. Nos preguntaban cómo hacíamos un comando, por ejemplo, si participaban las mujeres o no. Claro, en un comando urbano de cuatro o cinco, venía bien la presencia de dos mujeres porque ayudaban a disimular los movimientos. Los cubanos nos preguntaban asombradísimos si los hombres obedecíamos las órdenes de mujeres; porque hay que destacar el machismo de la sociedad cubana, más aún por aquel entonces.
Para algunos comandos una mujer eran jefes, porque los comandos eran conformados por tres a cinco, y había una democracia plena, el jefe era elegido por el grupo y muchas veces elegían a compañeras, y entonces había que seguir sus órdenes. En la cuestión militar no se puede discutir, no importaba el sexo, la orden es la orden. Y muchas veces, incluso por ejemplo, la operación más común, pero importante, que hacíamos era ir a quitarle la pistola a un policía. Era una acción que usábamos como entrenamiento y como prueba para los nuevos integrantes. Muchas veces iban tres hombres y una mujer. Los canas cuando veían a una mujer no podían soportarlo. Me acuerdo que una vez, a una compañera le tocó tratar de sacarle la pistola a un policía -yo iba delante porque era el jefe ese día- se arrimó y el tipo cuando vio que era una mina, tendió a ahorcarla. Pero la compañera no disparó, con la rodilla le pegó un rodillazo a los huevos que el otro quedó doblado. Él la subestimó, el machismo era muy marcado. Así como para los cubanos causaba admiración, para la policía era algo insoportable.
 
-Entre los mitos que giran en torno al ERP, se habla de que para poder ingresar había que mostrar la placa de algún policía asesinado, ¿cuánto de verdad hay?
-No, eso es un bolazo. Un bolazo anticomunista. Me hace acordar a cuando yo era chico, que era tan fuerte el anticomunismo que te decían: “ojo con entrar al PC, si entrás después no te dejan salir nunca más”. Nosotros a veces, a algunos compañeros que veíamos que no aguantaban más por la tensión, les hemos pagado el viaje a Europa, para que estuviera más tranquilo. Eso sí, todos los compañeros tenían que entrenarse. Nuestra consigna era clara: “De lo chico a lo grande. De lo sencillo, a lo complejo”, entonces desde la célula reclutábamos compañeros, y cada uno tenía que ir de lo chico a lo grande, no es que agarraban el fusil de entrada. Empezaban con un desarme, o con una pintada clandestina, si te agarraban pintando ibas en cana, antes de la dictadura, ibas preso. Nosotros planteábamos hacer una pintada con defensa armada, porque sino venía un sereno y te metía preso. Era parte del entrenamiento, pintaban la pared, siempre con algún otro compañero con más experiencia.
 
-Para hablar del “terror de la izquierda”, los apologistas eligen tres hechos: el asesinato de Rucci, el suceso de Viola y su hija, y la otra acusación es en cuanto al general Larrabure, ¿Cuánto de verdad hay en cuanto a las malas condiciones que sufrió este último durante su secuestro y su muerte?
-Sin dudas es el caso más lamentable de todos. A Larrabure lo llevamos prisionero durante la ocupación de un cuartel. Para nosotros, como éramos guevaristas, el prisionero era sagrado, se lo trataba como prisionero, pero como un ser humano ante todo. Guevara había enseñado fuertemente que no se debía morir el prisionero, y nosotros lo seguimos. Empezó la negociación y nuestro objetivo era cambiarlo por compañeros que estaban presos, pero el gobierno se negaba rotundamente, casi nunca hubo negociación en Argentina. Pasaban meses, Larrabure estaba en una casa, se le daba de comer, pero empezó a estar mal del mate. Santucho había decidido algo muy original, como no nos lo querían cambiar, tampoco podíamos soltarlo por una cuestión de principios, y matarlo, menos, desde ya. Lo peor que nos podía ocurrir a nosotros como organización era que se nos muriera, era la derrota. Entonces, decidimos pedirle que nos de cursos porque era experto en explosivos: “usted se gana la libertad si nos da cuatro meses de cursos de explosivos y lo dejamos libre”. El tipo lo aceptó.
 Cantaba el himno nacional todos los días, estaba mal de la cabeza, estaba encerrado en un cuarto, no teníamos posibilidad de moverlo a un patio, nada. Por supuesto, bien alimentado con guardia permanente. Un día, se ahorcó solo… fue terrible para nosotros, no sabíamos qué hacer. El hecho de que se haya ahorcado era lo mismo que si lo matábamos nosotros. La peor derrota, justamente la victoria para nosotros era mantenerlo vivo, y demostrarle al gobierno que éramos fuertes. Así fue la desgracia, lo dijimos públicamente, que había sido un descuido muy grande de nuestros compañeros.
 
-Cuando se dice que lo encontraron con 40 kilos… ¿Estos mitos se crearon como acción psicológica contra la organización?
-Es mentira, hay pruebas forenses. Un dato más, cuando nosotros asaltamos el cuartel de la ciudad de Azul, en el tiroteo inicial, en combate, muere un soldado. Después, cuando sacaron la información escandalosa, decían que el soldado había sido degollado, que era para sumarle turbulencia a la cosa. Muchos años después, un periodista de Azul se puso a investigar la historia, y me pregunta “¿por qué lo degollaron?”, y yo le respondí: “yo no estuve ahí, podés creerme o no a mí, pero te voy a responder de manera verosímil, yo creo que esa acusación es inverosímil, porque yo creo que no había dentro de nuestra organización un compañero que supiera usar un cuchillo, a menos que fuera un correntino”, le dije a modo de broma. No teníamos ese tipo de entrenamiento, solo con armas de fuego. El periodista siguió investigando, fue a ver la causa, y  vio que el soldado fue asesinado de un disparo… y me llamó para darme la razón.
 
 -¿Qué le genera a usted la visión social-histórica que se le da al militante desaparecido?
-Estoy peleado con todos los organismos de derechos humanos por esto, empezando por Hebe. Yo tengo a mi hermano secuestrado-desaparecido, combatiente y militante de ERP. Y lo que está quedando con la denominación “desaparecido”, es como si un día en este país, los chicos andaban por ahí haciendo travesuras, y vinieron unos militares locos y empezaron a secuestrar gente. Un poco la famosa novelita de “La noche de los lápices“, es eso.
Lo peor de todo esto es que se está destruyendo la historia. Yo no te digo que digan si teníamos o no razón, pero que cuenten lo que fue, lo que intentamos hacer y para qué. La militancia, la vida que pretendíamos, la felicidad que vivimos inmersos en el compañerismo, la fuerza del sueño, eso es lo que se desdibuja. Recuerdo que el grupo estaba en la célula, y no estábamos todo el día hablando de Marx y Engels, hacíamos de todo. Hablábamos de cómo imaginábamos nuestra sociedad en un futuro, cómo iba a ser después de la revolución, porque ninguna de las que había nos gustaba, había que hacerla mejor. De la revolución soviética, ni hablar, nos separaban muchas diferencias. Para Cuba, a pesar de ser nuestra bandera, también teníamos nuestras críticas. Decíamos que la nuestra iba a ser distinta, que no íbamos a cometer algunos errores que percibíamos de estos casos. Bromeábamos sobre cómo iba a ser vivir sin llaves, las reparticiones de las tareas domésticas, imaginar que no hubiera servicio doméstico para los que eran vagos.
 
-¿Qué opinión le genera el Gobierno Nacional de hoy?
-Creo que el gobierno no es peor que otros ni mejor que otros. Mi cuestionamiento con el gobierno no es en torno al manejo que tiene de los derechos humanos. Claro que lo hacen porque es la manera de ganar votos, porque son más vivos de lo que fueron los radicales. Lo están usando muy hábilmente, cosas que pasan con ellos como podría pasar con cualquier otro gobierno.
Lo que sí cuestiono del gobierno es el modelo productivo sojero, que lo ocultan. Condicionan no sólo al medio ambiente, al haber una explotación tan grande de soja expulsan campesinos, los campesinos se transforman en pobres de la ciudad, y entonces el gobierno con parte del dinero que recibe de la soja los contiene, les da un plan. En ese sentido no tiene nada que ver con el peronismo, yo no digo tampoco que el peronismo sea Duhalde. Pero nada tiene que ver esto con el peronismo de la primera época, que agarró un país con mucho dinero, como ahora- aunque ahora me parece que hay más-. Perón industrializó al país, transformó a la gente en obreros  industriales.

Porque luchábamos no desaparecieron, porque aparecimos seguimos luchando

La Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos exibe una recopilación de material gráfico histórico en el Museo Nacional del Hombre. Con afiches destacados se transita hasta el día de hoy la resistencia y la lucha de distintas organizaciones por los DD.HH.

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En 1984 nace en Argentina la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD), un organismo de derechos humanos integrado por sobrevivientes de los campos de concentración del Terrorismo de Estado de la última dictadura militar. Los objetivos de sus miembros estuvieron claros desde un principio. La clave: la búsqueda de verdad y justicia, como también la construcción de memoria.

Durante veinticinco años de trabajo la AEDD creó un archivo de más de doscientas piezas de material gráfico -que excede al material periodístico- que les significó un reconocimiento en el Programa Memorias del Mundo de la UNESCO. Lo que más relevancia gana en la muestra son esos afiches que reflejan el trabajo que se llevó adelante, y que hoy todavía continúa, desde diferentes organizaciones sociales. Cada una de esas pancartas, cada bandera, fotos, libros, muchos recortes de diarios. Se trascienden épocas y denuncias.

En pleno barrio de Belgrano se encuentra el Museo Nacional del Hombre, en dos de sus salas del primer piso comienza un recorrido histórico, desde los ‘80 hasta un presente bien cercano. Bajo el lema “Museo y Memoria”, entre las temáticas abordadas se vuelve recurrente el repudio a cada tipo de violación sobre los derechos humanos. Hay carteles de organizaciones como H.I.J.O.S,  Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que fueron usados en tantas de las marchas en aniversarios del 24 de marzo de 1976. Sin dudas se refleja el compromiso inagotable que asumió gran parte de la sociedad. Los reclamos a la Justicia, las deudas morales con el pueblo. Algo más adelante en el tiempo: la indignación que generaron en su momento las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, se ven expresadas también a través de banderas y carteles barriales que llamaban a la toma de conciencia durante el gobierno de Alfonsín.

Es también desde la AEDD que se exige la aparición con vida de Jorge Julio López. Una de las salas de la exposición está destinada por completo a denunciar, a través de imágenes, lógico, la impunidad que significa una desaparición en plena democracia. A cinco años sin respuestas, portadas de diarios, algunos dibujos y unas cuantos afiches con la silueta de López expresan esa lucha que empezó hace más de tres décadas, que tiene pasado, que y con amor a la vida digna lucha cada presente.

 

Museo Nacional del Hombre
3 de febrero 1370, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
De lunes a viernes de 10 a 18 hs. hasta el 7 de diciembre

Cómo hacerse un aborto con pastillas

El misoprostol es un remedio que las mujeres de todo el mundo pueden usar para abortar ellas mismas en su casa de manera segura hasta la semana 12 de embarazo. La agrupación de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto publicaron un manual instructivo para difundirlo de manera gratuita. En los comienzos de los debates en nuestra sociedad por la legalización del aborto, se conforma en una herramienta clave y necesaria.

 

Descargate el libro

Este mes comenzó a discutirse en la cámara de diputados uno de las problemáticas que más parecen escandalizar a la opinión pública, y que todavía conforma un tabú con fuerza arraigado en la sociedad: el aborto. Estas intervenciones se realizan de manera clandestina al menos 500 mil veces por año y son la principal causa de muerte materna evitable, teniendo como principales víctimas a las mujeres pobres y jóvenes.[i]

Hay claros indicios generales de que Argentina está saliendo de una vieja etapa de recato cristiano y educación cívica de manual de escuela. La Ley de Matrimonio Igualitario, sancionada el año pasado, es uno de ellos. Sin embargo, para que se logre legalizar el proyecto de ley que apela por un aborto seguro, legal y gratuito, todavía quedan por derrumbar muchas voces dogmáticas. Las creencias rancias y morales podridas, la hipócrita voz de los que miran para otro lado, la medieval figura de la iglesia católica, los pudorosos creyentes de la patria occidental y cristiana, son de los mayores obstáculos para conseguirlo.

Si bien el tema recién se puso en agenda estas últimas semanas, existen varios grupos que, desde hace años ya, se organizan bajo la bandera  de la legalización del aborto. Tantos que reivindican los derechos de la mujer sobre su propio cuerpo.

 Uno de ellos es la agrupación de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto, que el año pasado publicó el manual Todo lo que querés saber sobre como hacerse un aborto con pastillas. Este libro editado bajo firma de El Colectivo, se distribuye de manera gratuita y se puede descargar de la web. El texto busca instruir a las mujeres para que tengan las herramientas y capacidades para, en caso de necesitarlo, poder realizarse un aborto con pastillas de Misoprostol. Un método muy poco conocido entre las mujeres, y aprobado por la OMS y la FLASOG[ii]. “Del feminismo, el movimiento LGTB[iii] y las prostitutas aprendimos la importancia de transmitir información entre pares. Usamos un lenguaje directo para buscar y compartir información que se nos niega por prejuicio, ignorancia y violencia, y para construir conocimiento en base a nuestra propia experiencia”, explican. Una clara muestra de que el silencio, no es salud.

Foto: Nos Digital.

El manual está dirigido para pobres y ricas, jóvenes o adultas, prostitutas, universitarias, amas de casa: para todas las mujeres que lo necesiten. El texto explica, con dibujos y palabras comunes, cómo poder abortar de manera segura y confidencial, y en casa. De esta manera, se evita que muchas tengan que recurrir a intervenciones inseguras que podrían poner en riesgo su salud.

Para seguir acompañando a aquellas que precisen una ayuda más personalizada, el grupo de Lesbianas y Feministas tienen a disposición la línea telefónica más educación menos riesgos (1566647070), a la cual las mujeres pueden llamar de manera gratuita para consultar acerca del uso del Misoprostol. “No somos médicas ni reemplazamos la consulta médica,-advierten- la información que damos es pública,  actualizada y corroborada por fuentes médicas y científicas”.

Por otro lado, expone de manera clara varias cuestiones que tienen que ver con el embarazo, los métodos anticonceptivos y el reconocimiento del propio cuerpo; temas que por falta de educación, muchas desconocen. ¿Cómo se hace para poder determinar las semanas que se lleva de un embarazo? ¿Qué métodos anticonceptivos existen? ¿Qué es la pastilla del día después? ¿Cuales son los derechos de una mujer cuando tiene que recurrir a un hospital a la hora de hacer chequeos y estudios?, son algunos de los temas que se tratan.

El libro no busca juzgar, ni aconsejar: “pone a disposición de las mujeres toda la información para que ellas mismas decidan. Porque el conocimiento no es una mercancía, si no un bien social que debe estar en manos de quienes lo necesitan”.

 


[i] Datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación Argentina
[ii] Federacion Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia
[iii] Lesbico, Gay, Bisexual, Trans.

Documentos que hicieron historia II

Fragmentos del documento emitido por la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires, el 2/12/75, para el Departamento de Defensa de EE.UU. y las embajadas de EE.UU. en los países latinoamericanos sobre “guerra de guerrillas” en las fábricas.
Tema: “Terrorismo industrial: guerra de guerrillas en la fábrica”
Introducción:El terrorismo es un hecho y una forma de vida en Argentina. Las actividades guerrilleras en las zonas rurales de Tucumán y en las zonas urbanas de Córdoba y Buenos Aires han sido objeto de comentarios en todo el mundo y de interminables análisis. Sin embargo, otra forma de guerra de guerrillas, probablemente incluso más insidiosa, y a la cual se le ha prestado -hasta el momento- muy poca atención, está en plena operación en Argentina. Es la guerra que la guerrilla industrial está llevando a cabo, que opera en la planta de producción, en el sindicato y, cada vez más, en concierto con la gerencia. Sus tácticas son las usadas por sus pares rurales y urbanos, pero perfeccionadas de acuerdo a las necesidades de su medio ambiente específico. Ésta tiene como objetivo radicalizar a los trabajadores, alienarlos de sus dirigentes legítimos y de su gobierno y ganarse su apoyo y solidaridad para así poder convertirlos en sus serviciales cómplices o dóciles seguidores.
(…)
Los informes de las embajadas han señalado en forma consistente la alienación de la dirección de los sindicatos en Argentina por parte de las masas. Con la excepción de unos pocos sindicatos, los actuales dirigentes sindicales nacionales están hoy en día virtualmente divorciados de los trabajadores que representan. Su autoridad se ha erosionado al punto que sindicatos paralelos de masas, por lo general denominados “comités de lucha” de fabrica, o “comités coordinadores” han virtualmente remplazado a los dirigentes sindicales electos en negociaciones al nivel de la planta. Invariablemente, esos comités de bases son mucho más militantes que sus dirigentes legítimos. Como resultado, las huelgas “ilegales” y las tácticas de los gánster se están convirtiendo cada vez más en algo muy común.
Desde el punto de vista de muchos dirigentes militares, políticos y de los trabajadores, esa militancia incrementada es provocada por subversivos de izquierda que intentan ganar el control de la clase trabajadora. Mientras que ese punto de vista no está basado en su totalidad en un análisis objetivo, dado que muchos creen que toda militancia obrera es lo mismo que subversión.
(…)
Balbín, presidente del Partido Radical (UCR), comento a los medios en una entrevista que estaba altamente preocupado dado que era obvio que “la guerrilla fabril está sirviendo intereses extranjeros”. El diputado nacional Antonio Troccoli, quien representa la provincia de Buenos Aires, le dijo a Emboff, el 24 de noviembre, que los terroristas fabriles eran una “influencia desastrosa” y que ellos controlaban las principales plantas industriales en el gran Buenos aires. El senador Eduardo Angeloz, quien representa la provincia de Córdoba, se lamentó ante Emboff que muchas de las fábricas en Córdoba estaban controladas por el ERP y Montoneros y que la gerencia en esas fábricas ahora negocia directamente con los comités internos controlados por terroristas más que con los dirigentes sindicales electos.
(…)
La única “solución” sugerida es que la policía y las fuerzas militares repriman cualquier accionar “no autorizado” de los trabajadores.
Aunque los militares no están aun preparados para imponer disciplina a los gremios, están cada vez más preocupados con los aspectos subversivos del problema. Pero, al igual que los demás sectores, los militares tienen dificultades en distinguir entre subversión real y una militancia de trabajadores más legítima.
(…)
El público, el gobierno y las autoridades militares están ahora comenzando a apreciar el grado en el que ésta ha tenido éxito. No se ha concertando aun ningún tipo de plan para contrarrestar la subversión industrial, pero se puede esperar algún tipo de plan, principalmente militar, en un futuro cercano. La larga batalla librada contra la subversión terrorista, sin embargo, no dependerá únicamente de la acción militar sino también de los movimientos del gobierno para mejorar las condiciones subyacentes que provocaron el descontento social que sostiene al terrorismo. Lamentablemente, para Argentina y los argentinos parece que la acción represiva sería la única respuesta que el actual dirigente político sería capaz de visualizar. Como resultado, se puede esperar que el terrorismo industrial y la guerrilla de fábrica sean parte de la escena por algún tiempo más.

La “Batalla” de Monte Chingolo o exterminio de población civil.

Por Raul Schnabel, miembro de la Fundación Liga Argentina por los Derechos Humanos (FUNLADDHH).
El próximo 23 de diciembre se cumplirán 36 años de lo que las Fuerzas Armadas reivindicaron como la “Madre de todas las Batallas contra la subversión apátrida”: esas fuerzas del mal que, como enemigo interno, satánico y difuso, encarnaba el demonio, oponente en una suerte de “Tercera Guerra Mundial” y portador del afán de destruir nuestro “ser nacional y el estilo de vida occidental y cristiano” para implantar vaya a saber qué filosofía de vida marxista, por ende “criminal y ajena a nuestras tradiciones”.

Profundizar el debate sobre los paradigmas de entonces, nos permitirá comprender mejor el presente de construcción social en paz, con creciente justicia social y democracia, este venturoso devenir que nuestra generación no logró alcanzar ni siquiera defendiendose con todos los medios, incluso ejerciendo la violencia política contra la violencia estatal y de las clases privilegiadas. La inmensa mayoría de trabajadores, estudiantes, intelectuales, obreros, campesinos, maestros, científicos, artistas, las mayorías populares, carecíamos de libertades democráticas para expresar nuestros reclamos y sufrimos una y otra vez represión indiscriminada desde la llamada “Revolución Libertadora”, aun en los breves interregnos de democracia controlada.

¿Quiénes fueron los actores de esa “batalla” de Monte Chingolo?: Por una parte, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, fundado en 1965 como heredero del FRIP, al calor de la lucha de los obreros de la FOTIA[1]. El EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO, dirigido por el PRT,  con más de ciento cincuenta combatientes, muchos de ellos muy jóvenes, intentaron copar el Batallón Domingo Viejobueno de Monte Chingolo en el sudeste del Gran Buenos Aires a los fines de recuperar una gran cantidad de armamento pesado para abastecerla Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, ya instalada en el monte tucumano. Para ello encaró una acción de envergadura que proyectaba diversas acciones distractivas desdeLa Plata hasta el límite sur dela Capital.

Del otro lado, las Fuerzas Armadas ya disponían de un entramado de normas secretas que, en general, disponían el aniquilamiento del opositor político, sea o no guerrillero, por lo cual no iban a regir las leyes humanitarias de guerra como las Convenciones de Ginebra: las Fuerzas Armadas y de Seguridad habrían de cometer numerosos actos criminales de los que hoy el derecho internacional humanitario tipifica y castiga como delitos de lesa humanidad, porque forman parte de un plan sistemático de aniquilamiento de población civil, para imponer, en nuestro caso, un proyecto económico y social de entrega ilimitada a los intereses imperialistas y a los grupos del poder concentrado de nuestro país con ellos entrelazados.

La infiltración previa de las filas del ERP por el agente del 601, el “Oso” Rainier, la detención días antes de quien debía comandar la acción, el capitán del ERP Juan Ledesma, asesinado bajo las peores  torturas que ni podemos rememorar por su inusitada crueldad en Campo de Mayo, el secuestro de varios militantes antes del 23 de diciembre, la incentivación para llevar adelante la acción mientras se los esperaba en las instalaciones militares atrincherados, el decomiso de armas y granadas de parte de Rainier para bajar su rendimiento y dañar sus mecanismos, la toma de prisioneros vivos durante el enfrentamiento -los que una vez rendidos fueron tirturados y asesinados, sin que haya habido ningún sobreviviente capturado por el Ejército-, la muerte de decenas de pobladores de las barriadas populares cercanas al cuartel y el secuestro de personal del ERP para su interrogatorio bajo torturas y posterior asesinato, configuraron el cuadro de delitos de lesa humanidad por lo que deberieron responder ante la justicia personal de inteligencia y jefes militares, y algunos referentes políticos de entonces como la ex Presidente María Estela Martínez de Perón. Los militares ya ejecutaban las ordenes secretas y sólo les faltaba institucionalizar el Estado terrorista el 24 de marzo de 1976. Consideraron Monte Chingolo la gran victoria militar  frente a la “·subversión”: sin embargo cientos de integrantes de las tres fuerzas armadas y de seguridad combatieron hasta con helicópteros y aviones contra unos cien guerrilleros que sobrevivieron a las primeras caídas, por más de 6 horas, para conjurar la situación. Es decir que tampoco los militares demostraron la idoneidad profesional que alegaban y cuya incapacidad se iba a ver ampliamente demostrada enla Guerrade Malvinas, siete años después.

En el presente se lleva adelante la investigación judicial de los hechos que constituyen delitos de lesa humanidad y que serán motivo de juicio oral en su momento, donde se juzgará la labor de la inteligencia del Batallón 601 que tuvo la principal responsabilidad en los hechos y cuyos integrantes también participaron en el operativo Cóndor con la persecusión de oponentes políticos en todas la región, incluso en Centroamérica en sociedad conla Centralde Inteligencia Americana (CIA).

Para comprender la violencia política hay que situarse en esos contextos históricos donde las formas democráticas condicionadas y el marco represivo, como el Plan Conintes, recortaban las expresiones del pueblo y violentaban sus derechos primordiales. Una gran parte de la juventud y de las clases populares entendían por entonces que ya no había otro camino que no fuera el de la lucha armada al calor del Mayo Francés de 1969,la Revolución. Cubanay los diversos escenarios del mundo donde se enfrentaba con decisión al Imperialismo y a las formas bestiales del capitalismo, como en el caso de Vietnam. No es fácil condenar la legitimidad o la oportunidad de la lucha armada de entonces cuando hoy conocemos las “leyes” militares secretas que imponían ANIQUILAR a los opositores políticos.

Por eso, hoy celebramos que nuestro pueblo pueda conquistar banderas de justicia social y vigencia de los derechos humanos mediante la via democrática y en la disputa de ideas, sin necesidad de ejercer la violencia política. Pero no debemos olvidar que muchas de estas conquistas que tienen la perspectiva de avanzar hacia la justicia social y la construcción de una sociedad de nuevo tipo no son sólo producto del presente, sino que la sangre de aquellos compañeros que hoy no están ha sido tributada con generosidad y valentía para esta Patria que hoy celebramos y compartimos en democracia, cada vez más protagónica y profunda, una Argentina convertida en verdadero ejemplo de los derechos humanos en el mundo. Pero la lucha sigue hasta que no haya una sola injusticia y no estén condenados todos los genocidas y sus cómplices civiles.

Diversos puntos de vista perdurarán sobre la pertinencia o la legitimidad de la lucha armada que protagonzó una parte significativa de los jóvenes que militaban por una sociedad justa en las décadas de 1960 y 1970. Pero lo que no podrá ponerse en duda es la voluntad, la entrega, la nobleza de quienes no dudaron en entregarlo todo, incluso su vida. La militancia política de entonces no era premiada con cargos importantes o sueldos atractivos. Cuanto más responsabilidades asumíamos, aumentaban los riesgos y, en todo caso, la política ha sido para esa generación un acto de amor y entrega por su pueblo, del que formaban parte inseparable. Por eso ha sido penoso que el primer gobierno de la democracia en 1983 adoptara una posición injusta pretendiendo igualar a “dos demonios” cuando en rigor no son equiparables desde lo ético quienes lucharon por una sociedad justa frente a los que pretendían imponer un proyecto de sometimiento social en provecho de minorías y de entrega de la soberanía. No eran equiparables quienes disponían del inmenso poder del Estado y bajo su amparo cometieron delitos de lesa humanidad con el propósito de aniquilar una parte importante de la población para lo cual emplearon los medios más aberrante afectando el derecho de gentes. Por lo mismo no eran equiparables desde lo jurídico los hechos violentos de la guerrilla, pues aun en caso de producirse muertes, ello no formaba parte de un plan sistemático de aniquilamiento de la población civil y no controlaban un territorio importante, por lo que no puede considerarse esos hechos como violaciones de los derechos humanos.

Nosotros expresamos nuestro homenaje a los que lucharon por la justicia social y la Patria, y dieron su vida para que hoy podamos construir una sociedad cada vez más democrática y justa.



[1]La Federación Obrera de Trabajadores dela Industria Azucarera (FOTIA) encarnaban una de las organizaciones sindicales más radicalizadas por cuanto la industria azucarera era una actividad que vinculaba las labores del campo, que se desarrollaban en condiciones muy duras y la de los ingenios donde se procesaba la caña de azúcar. Las protestas fueron duramente reprimidas en los ’60, por lo que los obreros del noroeste, una vez que comprendieron que habían agotado todos los medios pacíficos para defenderse de  las injusticias laborales, asumieron su defensa armada con el apoyo del Frente Revolucionario Indoamericano Popular, fundado en 1959 por Francisco René y Asdrúbal Santucho. Al unirse la organización de fuente indigenista y el Grupo Palabra Obrera del trotskista Nahuel Moreno de Bs. As. se marcha a la fundación del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Tras un fuerte debate sobre la necesidad de asumir la lucha armada se dividen las fracciones de Santucho y Moreno en el IV Congreso y, tras el V Congreso, el PRT Combatiente, el 29 de julio de 1970 fundará el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), bajo la dirección política del primero, en las islas lechiguanas frente a San Nicolás. El ERP en los hechos ya se había bautizado en las calles del Cordobazo protagonizando con el pueblo cordobés la gran gesta popular de resistencia contra la dictadura militar de Onganía.

La vuelta

Por Pipa Andrasnik*
Decidió volver. Todavía recordaba aquellas épocas de gloria, donde ganaba todo. Había pasado más de un cuarto de su vida desde que no jugaba al fútbol. Le pareció mucho, pero se colgó sus viejos botines y partió rumbo al lugar.
Imposible no rememorar los partidos de años atrás: jugaba de lateral izquierdo, corría, se proyectaba y daba buenos pases cortos. Quizá los centros eran su punto débil, pero su equipo tenía dos rapiditos que iban por afuera y gambeteaban todo. ¡Qué lindos cotejos!: El paseo a La Salle, el gol sobre la hora del Facha contra Estudiantes, Don Bosco (equipo que les rompió el invicto) y otros tantos más. Picantes duelos que se ganaron con mucho corazón.
Volvió y realmente arrancó bien: toques cortos, desbordes y marca. Pero erró un gol luego de una linda jugada, después, burramente, se comió otro… y otro más. Se desmoralizó, comenzó a pensar que ya no estaba en su mejor forma, que la vida pasa rápido. Toda la noche se desmoronó cuando una pérdida de pelota suya le dio el triunfo al equipo rival.
Llegó a su casa, derrotado y sin ánimos; en la ducha reflexionó: “Tengo 22 años, ya pasaron las épocas donde podía correr. Dios bendice a gente con muchas cosas. A mi me dio salud: rara vez me enfermo; soy un chico sano. A otros, seguramente más afortunados que yo, les consignó el talento de tratar bien la pelota, jugarla por abajo, a puro toque, y meter golazos”.
Tenía razón el “Negro” Fontanarrosa: “tengo dos problemas para jugar al fútbol: uno es la pierna izquierda, el otro, la derecha”. Y es cierto; porque en definitiva, en aquellas épocas de gloria, aquellos partidos de la secundaria por el cajón de cerveza en el potrero del barrio, los ganaban Facha, el Gordo, el Cabezón, el Sapo, Nico y Dieguito…
* El Pipa Andrasnik es uno de esos tipos que forma parte de una nueva generación de periodistas que entiende mucho más que las hojas de un periódico. Laburó en Tiempo Argentino y ahora en Clarín. Nació en Paraná y con el amor por esa ciudad lleva pegado el cariño por el club Sionista de básquet. Porque es amigo, porque comprende que la comunicación es un medio para llevar ideas, porque defiende las ideas de un mundo más justo en muchas calles de esta vida, es que nos prestó este cuento para que lo publicáramos en NosDigital.