El 23 de noviembre se cumple un año de la jornada de represión que terminó con tres muertos, treinta heridos, ranchos quemados y una larga cadena de promesas incumplidas. Desde la mesa de diálogo con el Gobierno Nacional donde reina el silencio, la novedad es que no hay novedades.
No hay día alguno en que los Pueblos Originarios pisaron tierra y dijeron “Esto es mío”, ni fue la tierra quien dijo “Háganme suya”, ni existen Pueblos Originarios como tales, son muchos, y dispersos, y la tierra es de todos y así ellos mismos lo dicen: se autoproclaman “Guardianes de la tierra” acaso porque este tiempo, y ningún antes, se los ha enseñado: hay que defenderlas.
No hay papelerío que acredite semejante ceremonia. Estos tiempos han puesto a prueba su capacidad para entrelazar estrategias y argumentos para demostrar lo que, finalmente, imposible es de demostrar en términos propietarios: rigen otras normas, otro imaginario, otra cultura y valores.
Como sea, las comunidades van mutando. Desde la intromisión de los planes sociales hasta las amistades con los intendentes, o las camionetas y los celulares. No son los mismos de antes y eso no está bien ni mal en sí mismo: el mal se cuece al calor de intromisiones, cooptaciones, usurpaciones, saqueos, genocidios, represiones, muertes.
Y es el Estado el responsable, y también todos nosotros, de esa mezcla violenta, nunca armónica, que nuestra cultura blinda en el intento de aprender de eso otro.
Las comunidades originarias terminan cediendo con tal de. Los Qom, tras 5 meses de acampe en 9 de julio, represiones y tres muertos, fueron forzados a sentar personería jurídica como comunidad y elegir a su representante según la ceremonial democrática: escuelas, urnas, fiscales, cuarto oscuro, boletas, voto secreto.
· El resultado, el mismo: Félix Díaz, cacique de la comunidad Qom en Formosa.
· El Estado, desnudo: El gobernador Gildo Insfrán empujó, sin éxito, candidato propio y llegó a contar (comprar) 369 votos a fuerza de planes sociales, frazadas, comida, chapas, amenazas.
· La imagen: las escuelas quedaban a kilómetros de los diferentes asentamientos; el gobierno provincial puso sugerentemente camionetas de traslado; muchos se negaron a excusa de “iré caminando para demostrar que no estoy de acuerdo con este sistema”, cuenta Félix.
Todo esto después del acampe. Antes, habían sido tentados de resolver el conflicto con Florencio Randazzo, ministro del interior: el 6 de mayo se les prometió abrir una mesa de diálogo que se reuniría periódicamente para tratar el tema, y mientras tanto debían elegir autoridades y sentar la personería jurídica.
Los Qom cumplieron.
La mesa de diálogo, cuenta Félix, quedó en mesa sola: no hay diálogo. Florencio Randazzo delegó todo a manos de su vice, Mario Barbosa Romero, encargado de las convocatorias de mayo hasta ahora. Qué hizo: “Después de todo esto la elección que salí ganador entonces el gobierno provincial se retira de la mesa de diálogo y nos quedamos sin interlocutores en la provincia de Formosa. Es una falta de respeto del gobierno no continuar con el diálogo. Ahora que ganó el gobernador en la provincia va a ser mucho más complicada nuestra situación”, dice Félix.
Los Qom quedaron hablando solos.
El pacto se completaba además con la promesa de restituir una serie de DNI perdidos y quemados durante la represión que sufrieron en Formosa. Félix: “Sobre ese tema no se habló ni se habla, porque estamos ahí con acercamientos a Desarrollo Social por los daños hechos el día de la represión y estamos esperando pero no sabemos nada. Los que fueron a Buenos Aires tienen, pero el resto que quedaron en la comunidad no tienen, han hecho los trámites de actualización y también de regularización y algunos tienen la constancia de DNI en trámite desde hace 5 años”.
El otro asunto mentía hacer un relevamiento territorial clave para determinar el tema de las extensiones de la comunidad, por lo tanto de sus tierras: “El relevamiento territorial no se habla, no se toca, solamente las causas penales que siguen avanzando sobre nosotros y bueno, estamos ahí, preocupados por esta situación”.
En el terreno penal, los únicos procesados son los propios Qom. El CELS acaba de hacerse cargo de la defensa de Félix y sus hermanos en penas que mienten sobre “resistencia de autoridad a mano armada”, “violación a una mujer policía” y el corte de ruta que fue reprimido y muerto tres veces: Sixto Gómez, Roberto López y el policía Ever Falcón.
La otra cara del Estado es la propia de Parques Nacionales que disputa una porción de territorio perteneciente a la comunidad: “Nosotros tenemos conflictos con Parques Nacionales por la superposición de títulos de tierra. No nos quiere reconocer una laguna que es nuestra y ellos también alegan que es suya. Hay dos títulos que están superpuestos, uno nacional y otro provincial; por esa pelea que estamos teniendo este frente, y también contra la provincia, contra los particulares… Problemas tenemos montones”.
Preguntamos sobre el acercamiento de los organismos de derechos humanos, si sigue, si no, que al menos mediáticamente es más tibio que antes: “Seguimos trabajando con ellos pero no… Sabemos que ellos tienen también muchos compromisos que asumen al estar solidarizando con otros sectores de la sociedad y… se complica mucho porque por la distancia, por la falta de posibilidad de estar de lleno en el caso de la comunidad”.
¿Volver a Capital es una opción?
No, no, todavía no. Estamos evaluando que si el 23 de noviembre no se resuelve nada ahí se podría tomar una decisión respecto a eso, en una asamblea que se va a hacer ese día… Ya se van a enterar.
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