Archivo por meses: mayo 2011

Novedad editorial: «Vecinos en conflicto»

Estudios profundos sobre las relaciones entre Argentina y Estados Unidos entre 1880 y 1955.

En este nuevo blog (www.vecinosenconflicto.blogspot.com) está toda la información del libro, y también artículos, sitios web, centros de investigación y otros aspectos referentes a la relación Argentina-Estados Unidos.

El libro está ya disponible en las principales librerías.

En la Facultad de Filosofía y Letras, puede adquirirse en El Arca, Biblos y Gambito de Alfil.

Quienes quieran conseguirlo en forma directa y a precio promocional, también pueden escribir a: leandromorgenfeld@hotmail.com

No baja la tensión en Berazategui

Comunicado de prensa de Vecinos Autoconvocados por la Vida
RONDA DE LAS MADRES por la VIDA.
En el día de ayer 80 mujeres, con pañuelos naranjas cubriendo sus cabezas, y acompañadas de sus hijos y familiares, se manifestaron bajo la consigna “por la salud de nuestros hijos frente a la amenazada de la contaminación electromagnética”. Las mujeres realizaron durante dos horas una ronda alrededor del escenario que se erige en la calle 14 (peatonal) de Berazategui en el cual suelen realizarse espectáculos culturales.
La preocupación principal que mueve a estas madres y vecinas de Berazategui es saber que el electromagnetismo produce leucemia infantil, tal como lo asume la propia Organización Mundial de la Salud y lo sostienen varios estudios nacionales e internacionales que admiten que los campos electromagnéticos por encima de las 0,2 microteslas (unidad de medida para el electromagnetismo) generan leucemia infantil.
La construcción, y anunciada puesta en marcha de la Subestación Eléctrica Rigolleau, en pleno casco urbano de Berazategui, pone en riesgo la salud de los chicos que viven y estudian en la zona de afectación del campo electromagnético que provocará esa subestación, que según admite el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) será 5.5 microteslas.
Desde hace décadas las madres argentinas se movilizan por la vida de sus hijos, a partir de la década del 70 las Madres de Plaza de Mayo lo hacen por el esclarecimiento de la desaparición de sus hijos y nietos, desde allí muchas madres han alzado su voz en defensa de sus hijos, y hoy son las madres de niños amenazadas por la contaminación, las que expresan su reclamo por LA VIDA con sus pañuelos naranjas, que no solo es el color que simboliza LA VIDA, sino también el que representa a Berazategui, el Municipio donde hoy está amenazado el derecho a la VIDA de sus HIJOS.
Desde hace 7 años los vecinos, acompañados de organizaciones sociales, politicas, ambientalistas, sindicales y eclesiásticas de la zona, reclaman por el traslado de la subestación fuera del casco urbano de Berazategui, donde podría funcionar, sin poner en riesgo la vida de los habitantes del lugar.  Actualmente las autoridades nacionales, provinciales y municipales les niegan a los vecinos la posibilidad de reunirse con ellos para recibir su reclamo y explicar porque la obra es autorizada a pesar de las pruebas que muestran el grave daño que causará a la salud de la población.
Vecinos Autoconvocados por la Vida
Contacto: 1562606882

29/05/2011

Muy Libre

Vamos a aclararlo cosa de que quede bien prolijo antes de llegar a cualquier tipo de análisis: quienes hacemos y construimos y pensamos NosDigital no tenemos ni la más mínima intención de pronunciarnos sobre el asesinato de Bin Laden, sobre el porro que se fumó la hija de Moria Casán, sobre los escándalos sexuales del Ogro Fabbiani, sobre los arbitrajes del Boca-River, sobre el hijo de Juana Viale, sobre el origen de los globos de la campaña colorida de Mauricio Macri, sobre los mejores autos para coger en la vía pública.
No es un detalle. Ni son cualquiera esos temas.
El popurrí de historias que se sugieren en el primer párrafo formaron parte de algunas de las tapas del último pedo del establishment de los grandes grupos económicos orientados, entre otras cosas, a la comunicación: la prensa que –según sus autodenominaciones- se cataloga como “de la calle”.
La salida del diario Muy, del grupo Clarín, del diario Libre, de editorial Perfil, y el aumento considerable de la tirada del diario El Argentino (que anunció que está repartiendo diariamente 250.000 ejemplares), del grupo Spolski-Garfunkel, no son un detalle menor dentro del panorama comunicacional general.
Pero no vamos a analizarlo todo porque tampoco nos interesa eso. Vamos a centrarnos en el análisis del concepto del “diario de la calle” o de “diarios populares” (o para las clases populares).
Vamos a pensar -a suponer-, con buenas intenciones, que el concepto que exponen trata de decir que son productos populares porque abarcan temas que le interesan a las clases populares. Vamos, entonces, a tomar como conclusión que hacen un diario lleno de basuras, con amarillismos, con muertes baratas, con multishows porque eso, de alguna forma, es lo que debería merecer –en sus cabezas- las clases populares.
Vamos, entonces, a decir, quienes hacemos NosDigital, que estamos en desacuerdo con eso. Vamos a decir, entonces, que entendemos que los medios de comunicación son de la calle, de los protagonistas de las historias y que si son “diarios populares” deberían poner en eje a las clases populares, a sus historias, a sus ideas, a sus problemáticas.
Y no, definitivamente, a lo que ellos creen que las clases populares quieren, son y desean ser.
El número anterior de NosDigital se expuso una nota –la principal- sobre una organización, La Alameda, construida con el esfuerzo de las clases populares que se rebelan frente a la indiferencia, a la brutalidad, a la mierda más pura de un sistema cuyo objetivo central es el sometimiento de esas clases.
Vamos a decir, nuevamente, que entendemos que los medios de comunicación son de los sujetos de las notas. Que lo popular es lo que pone como protagonista a lo popular y no a lo popular como destinatario del sometimiento.
Vamos a aclararlo, por las dudas, de nuevo, que nos importa muy poco la agenda que el vómito del establishment plantea.
Vamos a decir que lo popular es otra cosa y que los verdaderos dueños y protagonistas de los medios de comunicación son los sujetos de las historias.

«El cine es una actividad fugitiva»

Con 85 años y una trayectoria de más de cincuenta, el cineasta Manuel Antín confiesa que a su profesión arribó por casualidad, renunciando a sus deseos de ser escritor. Fue su estrecha relación con los libros la que hizo que textos de Cortázar, Roa Bastos, Güiraldes y Hudson se transformaran en películas.
El traje que Manuel Antín luce combinado con unos mocasines negros perfectamente lustrados es lo único que le queda del abogado que no fue y que su padre hubiera querido. Aunque su familia intentaba disuadirlo, el joven Manuel ya sabía que iba a ser escritor. O al menos eso creía, hasta que el destino le hizo pito catalán tanto a su padre como a él. “En realidad nunca había pensado que haría cine hasta que dirigí la primera película. Mi profesión de cineasta sustituyó a la que yo había soñado que era la de escritor. Quedé empantanado en una profesión que yo nunca creí que fuera verdaderamente la mía.”
Fue el éxito obtenido en 1962 con La cifra impar, su primera película, el que le demostró que se hallaba en el camino correcto. “Me quedé en el cine y me fue más fácil hacer diez películas que publicar una novela”, asegura Antín. Esas novelas que nunca publicó siguen dando vueltas por los rincones de su casa, condenadas a la soledad. “La escritura es una actividad secreta y pornográfica de mi vida”, revela Antín.
Dice no ser lo que hubiera querido ser, así como también afirma que todas sus novelas juntas no llegan a ser Rayuela. Su autor, Julio Cortázar, es sólo uno de los tantos que integran el largo repertorio de escritores que el director venera. “Las primeras literaturas con las que me vinculé con admiración y envidia, fueron las de Cortázar”. Sin embargo, ellos no eran sólo colegas del medio artístico. “Éramos como una simbiosis, -diría Borges riéndose de la palabra-, ya que él era el escritor que yo quería ser, y él decía que yo era el director que él quería ser”, señala el director con una sonrisa.
La foto colgada en la pared muestra a los jóvenes Julio y Manuel en uno de los encuentros que mantuvieron a lo largo de los años en una amistad a distancia. Fue durante uno de los viajes de Cortázar y a pedido de él, que Antín llevó en calidad de secretario las líneas de Rayuela a la casa de su futuro editor.
Además de convertir el cuento  Cartas a mamá en las imágenes treinta y cinco milímetros de La invitación, también llevó al cine las líneas de Circe, del libro Bestiario. Y de Final del juego tomó los cuentos La continuidad de los parques y El ídolo de las cicladas, para transformarlos en La intimidad de los parques.
Estas tres películas fueron las primeras de las diez adaptaciones literarias que Antín llevó al cine, basándose en textos de Ricardo Güirades, Guillermo Hudson, Augusto Roa Bastos y Beatriz Guido. “La vinculación con escritores me hizo conocer literatura que estaba muy lejos de mi capacidad creadora. Por razones éticas hubiera sido malo plagiarlas. Entonces decidí plagiarlas de otra manera, dándoles otro formato.”
Como escribir y leer son dos pilares de la felicidad cotidiana de Manuel Antín, él intenta contagiar sus ganas. “Leo todo lo que puedo, y trato de meterle libros por todos los costados a la gente que me rodea.”
-¿Logró algún resultado?
-Logré que mis hijos lean porque cuando eran chicos les pagaba cinco pesos por cada resumen de los libros que leyeran. Hasta que un día le dí Platero y yo a uno de ellos. El título del resumen decía “Yo y Platero”. Entonces ahí le dije: “ya sos vos, ahora lee cuando quieras, lo que quieras y donde quieras.”
Ese joven de entonces adolescentes quince años es Juan Antín, el director de Mercano el marciano, una película de animación donde el protagonista está viajando por el espacio y, al romperse la nave espacial, cae en la Argentina del 2001.
Tras observar que Juan realiza una crítica irónica de la realidad, Antín anticipa que la próxima película de su hijo, Dioses de lata, tratará sobre la conquista de América desde el punto de vista de un indígena. “Los dioses de lata son los conquistadores que venían con sus armaduras a llevarse todo el oro que encontraban. Cuando éstos se llevan a Europa al indígena protagonista, éste descubre que el Vaticano tiene todo el oro que habían robado acá.”
SU DIRECCIÓN POLÍTICA
En 1991 Manuel Antín fundó la Universidad del Cine en el ex Teatro La Aldea del barrio de San Telmo. Las paredes de la institución, que está en vísperas de su cumpleaños número veinte,  son un muestrario de premios, menciones y publicidades de películas de Antín y de los estudiantes. Entre ellas, una foto que recuerda la primera comisión de egresados muestra al director junto a Raúl Alfonsín.
-¿Cómo ingresó en la política?
-Conocí a Raúl Alfonsín y me pareció que era la persona que la Argentina necesitaba para ser un país normal. Me metí en política y empecé a recorrer la República con él y su gente. Íbamos a los pueblos, inaugurábamos y hacíamos cosas. Y él me propuso ser director del Instituto de Cine -INCAA actualmente-, y acepté.
-Con la llegada de la democracia el instituto levantó la censura y erradicó las listas negras. El cine argentino empezó a ser cine para el mundo. ¿Qué pasó luego?
-La Argentina se convirtió nuevamente en un país peronista y yo me quedé deliberadamente afuera. Entonces decidí volver a encerrarme en mi propio destino y fundé la Universidad, que es una mezcla del Instituto de Cine con mis películas. Aquí se produce la síntesis de mi vida creativa y de mi vida política.
EL ESCRITOR QUE NO FUE
¿Están sus ojos enrojecidos por el paso de los años, los 85 que acopia? La razón más cierta puede deberse a que en estos años, el director no despegó ni un momento la nariz de entre los libros.
-Los libros que ya leyó, ¿los guarda o los regala?
-Cuando leo un libro lo guardo y trato de que otros lo lean. Si no consigo que lo compren, se los regalo. Soy un distribuidor ad-honorem. Creo que nada hay más maravilloso en este mundo que los libros.
-¿Más que las películas?
-Nada hay más maravilloso que un libro. Porque los libros son inmortales y las películas no. Si algunos maravillosos escritores como Sófocles o Aristóteles hubieran hecho películas, hubieran desaparecido. Las películas se van, son extinguibles. En cambio, los libros quedan. Mis películas son un gran olor a pis que hay en mi baulera, porque las películas se deterioran. El cine es una actividad fugitiva, el libro es una actividad perenne.
Aunque este pronóstico fatalista anuncia que se van para siempre, películas como Don Segundo Sombra, Allá lejos y hace tiempo, Castigo al traidor y su último largometraje, La invitación, ya tienen un lugar asegurado en la lista de éxitos del cine argentino.

Entre el fílmico y los libros

  • Manuel Antín nació el 27 de febrero de 1926 en Las Palmas, Chaco.
  • En 1962 dirigió su primer largometraje, La cifra impar, cuyo guión está basado en el cuento Cartas de mamá de Julio Cortázar. Circe (1962) e Intimidad de los parques (1964) completaron la tríada de películas basadas en textos del escritor con quien mantuvo una amistad por correspondencia.
  • En 1962 también dirigió Los venerables todos, texto correspondiente a una novela inédita de su autoría.
  • Castigo al traidor (1965) basada en el cuento Encuentro con el traidor, de Augusto Roa Bastos; Don Segundo Sombra (1969), basada en el clásico de la literatura argentina de Ricardo Güiraldes;  Allá lejos y hace tiempo (1977), basada en la novela homónima de Guillermo Hudson, fueron algunas de las diez películas que surgieron de textos de escritores de renombre.
  • Filmó Juan Manuel de Rosas en 1972, un film épico protagonizado por Rodolfo Bebán. En el mismo año también dirigió La sartén por el mango, obra teatral de Javier Portales.
  • Realizó una serie de documentales destinados a la televisión titulada Los Argentinos. En ellos se destacó a personalidades argentinas como Benito Quinquela Martín, Ernesto Sábato, Bernardo Houssay, Amadeo Carrizo y Leopoldo Torre Nilsson.
  • Dejó de dirigir en 1982, luego de filmar La invitación, basada en la novela de Beatriz Guido.
  • Fue director del Instituto de Cine (actualmente INCAA) entre 1983 y 1989, años que el gobierno estaba en manos de Raúl Alfonsín.
  • En 1991 fundó la Universidad del Cine, en el Teatro de la Gran Aldea de San Telmo.
  • En 1994 el Fondo Nacional de las Artes de la Argentina le otorgó el Gran Premio Anual por su trayectoria cinematográfica, educativa y cultural y en 1995 obtuvo, por su trayectoria, el Premio Universidad de La Plata.
  • En 1996 se estrenó Moebius, una película de ciencia ficción producida y financiada íntegramente por la Universidad del Cine.
  • Actualmente dirige la institución que creó, que cuenta con más de 1200 estudiantes y gran participación de extranjeros.

La EMPA sigue en pie de lucha

Como hace un año y medio, la Escuela de Música Popular de Avellaneda todavía no tiene edificio único porque las licitaciones se suceden, pero son todas fantasmas. El desgaste se repite con diferentes estrategias para que el ingreso no sea irrestricto de verdad. La educación pública espera…

Fuimos a la Escuela de Música Popular de Avellaneda- esa especie de posgrado de conservatorios, esa institución de excelencia pero no elitista porque ahí entra cualquiera, aunque pagando la cooperativa: 10 centavos anuales-, para actualizar una nota de septiembre de 2009. No hubo qué cambiar, excepto el lugar de la promesa que, fundadamente, los estudiantes creen que no se va a cumplir.

La promesa es el edificio único acustizado, con salida de emergencia, con matafuegos, con instrumentos, digno de albergar una Escuela de Música Popular de Avellaneda. El de Italia 36, con techos que se caían y paredes electrificadas, no daba. Los dos actuales, Belgrano 581 y Mitre 292 tampoco. El de Belgrano y Arenales está lindo, pero no cierra eso de estudiar al aire libre, en un arenero, sobre el pasto, por más aceptación al hipismo que haya entre los músicos. Esa plaza que, al tiempo que servía de campaña con su enorme cartel de construcción, se iba construyendo, fue la penúltima promesa incumplida. Ahora es un terreno incierto, unos aire-acondicionados, y algunas horas cátedra más (ah, porque también hay 500 horas cátedra no cubiertas porque no se ejecuta el presupuesto para concursar).

Antes de la asamblea, las caras, las conversaciones se repiten.

-¿Se conocen?

-De cara nomás. Solo tuvimos dos clases juntos.

Los alumnos que recién comienzan la carrera colman la reunión. Saben que si no protestan ahora, cursar va a ser una utopía y los cuatro años de carrera que reconoce el Estado, que, con el ciclo básico suman ocho, se pueden multiplicar fácilmente.

Algún mal pensado de esos tan politizados piensa que es parte del desgaste para que el ingreso irrestricto no lo sea tanto.

Cuando empieza a correr la bola, llega lejos: el jueves 12 de mayo el Centro de Estudiantes de la EMPA va a cortar la Avenida Belgrano para presionar para que se concrete la licitación del nuevo edificio y, esta vez, sea certera y no fantasmal como la de Arenales. Llega lejos porque, con el rumor circulando, la dirección de la Escuela logró tener una reunión con autoridades del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Las respuestas fueron las clásicas: esperen un poco y no presionen que la licitación está por salir. Así, quedó la disyuntiva para el CEEMPA: ¿cortar o darles una semana más?

Cortaron. En el 2007 se consiguió presupuesto por siete millones de pesos cortando el puente Pueyrredón. Si no cortaban, quizás el tiempo haría menguar fuerzas y otra placita naciera en año electoral.

En el 2004, Javier Cohen, jefe del área de Tango se había cruzado con el entonces gobernador de la Provincia, Felipe Solá:

-No nos cagues con el edificio porque lo necesitamos urgentemente- le dijo el profesor serio.

-No los podemos cagar porque el presupuesto para el edificio de la Escuela de Música Popular de Avellaneda ya fue aprobado- le respondió Solá- Pero no me mires mucho a los ojos porque soy medio cagador –agregó.

El que avisa no es traidor. Daniel Scioli, el leal, todavía no avisó.

Cuerpos endebles

La fotógrafa italiana Myrim Meloni expone un fotorreportaje sobre el consumo del paco, una droga barata elaborada a partir de los residuos que se generan al fabricar la cocaína. Situaciones de vidas enjauladas en el ciclo de la marginación social.
Frágiles; no invisibles. A punto de romperse y quebrarse están, como marionetas de porcelana, hundidos en las baldosas de un suburbio gris que no se detiene. A través de imágenes de escenas íntimas y cotidianas, la fotógrafa italiana Myriam Meloni habla de lo que genera el paco en las vidas de quienes lo consumen.
Titulado “Frágil”, el ensayo fue publicado en Italia, y en la Argentina, y luego de recibir el premio por mejor portafolio en la 4ª Bienal de Fotografía Documental de Tucumán, desembarcó en la Fotogalería del Teatro San Martín de la mano de Juan Travnnik, su director. También fue seleccionado por la revisión de Portafolio de la sección Transatlántica de Managua en el marco del Photoespaña, y es candidata para el Joop Swart Masterclass del World Press Photo.
En un discurso compuesto por imágenes íntimas y cotidianas de una realidad compleja y silenciada, y según Meloni, con una mirada sin tantos prejuicios por venir de una cultura diferente, “Frágil” grita sobre aquellos atrapados en el paco.
-¿Cómo elegiste este tema?
-El trabajo lo empecé, en mi cabeza por lo menos, desde el primer momento que llegue acá. Es una temática que necesitaba mucho cuidado. Tardé un año en procesar que quería hacer este trabajo y en pensar cómo quería hacerlo.
-¿Cómo te acercaste a las primeras situaciones?
-Muy rápidamente, a partir de las primeras imágenes, me vi involucrada en el trabajo de forma muy íntima y muy personal. Un día me acerqué a las madres de lucha contra el paco, quienes antes se reunían los jueves en la Plaza de Mayo y hacían una ronda con un pañuelo negro para denunciar lo que ellas llaman un genocidio silencioso. El día siguiente estaba acompañándolas en una internación forzosa. Allí me vi una noche, con cuatro policías, la mujer del chico y la madre. Asistí a todo el procedimiento.
-¿Hiciste fotos?
-La única foto que pude hacer no está expuesta acá por una cuestión de calidad. La hice después de todo el procedimiento cuando el chico estaba subiendo a la ambulancia. En este caso no supe entender si realmente era el momento de hacer fotos o no, porque me dejé llevar por toda una serie de sentimientos que para mí eran completamente nuevos.
-¿Arrancás a sacar fotos desde el primer momento que te entrevistás con la gente?
-La cámara la tengo muchas veces encima independientemente de que este yendo a hacer un trabajo o no. Obviamente hay todo un proceso de conocimientos reíproco entre el tema, el sujeto y vos. No entrás de una. Hay otro tipo de intimidad que sólo se consigue con el tiempo, por lo cual probablemente por más que la cámara la lleve encima, ni se me ocurre sacarla porque no hay nada para fotografiar.
¨Frágil” fue compuesto por imágenes recolectadas durante dos meses en la Villa 1-11-14 de Flores, la Villa Zabaleta; Retiro y Constitución. Un trabajo en conjunto con la gente que la dejaba relatar desde adentro la vida cotidiana. Como con la televisión, que nos imprime de olores, sonidos y sensaciones que hacen que el espectador se traslade al lugar de los hechos, hay fotos que toman del cuello de la camisa al espectador y lo arrastran a su interior. En el primer plano del chico que está prendiendo una pipa de paco, se percibe una cercanía muy cómplice entre la fotógrafa y el retratado. “Los chicos se habían acabado de levantar y me senté con ellos porque vi que la situación era muy amena y estaban dispuestos y enérgicos. Estuvimos charlando un rato y con gran sorpresa empezaron a fumar en un momento en que pensaba que se iban a dar una tregua. En un primer momento sentí que podía ser algo de show y entonces no hice fotos enseguida. Luego me di cuenta de que no, de que era una dinámica donde no hay horarios. Sabía que quería hacer alguna foto de consumo pero no sabía que las iba a conseguir tan rápido.”
-¿Qué es lo que te ayuda definir tu mirada al fotografiar?
-En todas las situaciones que se fotografían siempre hay varios costados de la medalla. Entonces ahí se hace una elección y hay fotos que efectivamente no utilicé porque iba a poner a los chicos en el mismo papel que ya los ponemos. Había una imagen de un chico con un monedero evidentemente  ajeno. ¿Te sirve que te cuente que roban para drogarse? La foto era un fotón, encima es el segundo en que agarra la billetera. Es un instante es un segundo que estás ahí. Significa que estás en un momento realmente movido pudiste hacer al foto. Lo tienes in fraganti entre comillas, y luego decís… ¿y? Y no es ocultar, es tomar una opción.
-¿Alguna foto de la muestra estuvo por quedar fuera de la selección?
-Hay una foto donde un chico con un tic mira a la cámara muy asustado. Quizás esa era la foto que en ese momento pensé si la necesitaba para contar. Y luego,  pensé que era al revés: si esa foto molestaba, pues era un resultado que a mí me venía bien porque realmente no es normal que un chico de 14 años este en ese estado. Y si un chico de 14 años está en ese estado, hay unos planteos que no sólo yo, sino nosotros, los políticos o el resto de la sociedad se tienen que hacer. ¿Por qué no lo podés ver en una galería cuando los ves en Constitución todos los días?
MIRANDO LA FOTOGRAFÍA DE LOS MEDIOS
A pesar de la amplia difusión de la fotografía y de la participación casi mundial de la población en su confección, publicar una nota hecha a base de imágenes (lo que es llamado un fotorreportaje) se vuelve bastante complicado. “En los medios de Buenos Aires no hay muchos espacios, un poco porque las revistas están comidas por los espacios publicitarios, y segundo porque no hay muchas revistas que tengan espacios para reportajes fotográficos.” Actualmente esta joven italiana radicada en Argentina hace tres años, colabora como fotoperiodista en la revista “Acción”, en el diario La Nación y Página 12. Paralelamente lleva adelante sus proyectos personales como freelance junto a los fotógrafos Federico Bledel y Alejandro Kirchuk en el colectivo Nueve13photo.
El lenguaje fotográfico vive en la banquina de la información, y se lo incorpora más por una cuestión de formalidad y protocolo que para enriquecerse a la prensa con su manera de informar. Defensora y guardiana de las palabras, la maquinaria informativa lo deja de lado y es poco difundido entre la opinión pública. Esa es la razón por la que este tipo de trabajo periodístico no es financiado por los medios, sino que en su mayoría son gestionados por los propios fotógrafos. El rédito, si viene, lo hace después, y por lo general es usado por los fotógrafos para impulsar próximos trabajos a desarrollar. Podría considerarse que el reportero gráfico es maltratado por los diarios, ya que muchos colaboran de manera esporádica, lo cual los deja por fuera de ser beneficiados con un seguro social durante la tarea periodística y tampoco reciben cobertura para la cámara, herramienta que ellos mismos deben proveer.
– ¿Cómo ves la foto de los diarios argentinos?
– Te puedo hablar de todos los puntos de vista, porque la hago y porque la veo. Es muy clásica. De hecho cuando voy a hacer una cobertura de diario sé exactamente cuáles son las cuatro fotos que tengo que sacar.  Por un lado la dinámica de la prensa te impone un ritmo y una rapidez donde el resultado está sacrificado respecto de los tiempos. A veces tenés que hacer la foto a un personaje y no tuviste ni un segundo de saber si es un actor dramático o es un payaso.
LA FOTOGRAFÍA Y LA AUTORA
Meloni ha expuesto colectivamente en la galería Forma (Milán, 2004), en el teatro Lliure (Barcelona, 2005), en el marco del SevillaFoto (Sevilla, 2009) y en la galería «Officine Fotografiche» (Roma, 2011). A la Argentina llegó en el año 2009 para realizar un trabajo acerca de las consecuencias del desmonte en el norte de Argentina, en colaboración con la ONG Nelson Mandela.
En este tipo de proyectos, la mirada del hacedor está muy comprometida con la temática y con la manera de relatar. Las inquietudes y la curiosidad del fotógrafo son las que despiertan lo genuino del relato. En este caso, a través del tratamiento de una temática social, Meloni se propone “visibilizar este tipo de problemática y crear un acercamiento entre el espectador y el sujeto que fotografío”.
Aunque la paradoja de, en palabras de Susan Sontag, relatar acerca del dolor de los demás utilizando la belleza de la fotografía, Meloni asegura que para ella “es sólo una herramienta para contar. Fotografío porque me siento muy atraída por ese lenguaje y es el que sé manejar.”
-¿Hay alguna temática en tu portfolio que no sea social?
-Hace un tiempo me rompí la pierna. Entonces un día me acompañó un remisero al hospital para hacerme una resonancia magnética. El señor me contó que tenía una limusina. Yo pensé: ´Voy a empezar a hacer un trabajo sobre una limusina.´ Esto era explorar el panorama social de Buenos Aires a través de los ojos de quien alquila una. Hablar acerca de los contextos y las ocasiones en que la gente está dispuesta a gastar tanto dinero.
Fiel a su estilo, Meloni ya está comenzando a producir su próximo proyecto y en unas semanas viaja a España por dos meses para trabajar sobre la inmigración ilegal de los rumanos en España. Indudablemente abocada a las cuestiones sociales, Meloni no se despega de la cuestión social. “Me di cuenta que es inútil que trate de hacer cosas divertidas a las cuales no veo un sentido más profundo porque no los puedo seguir en el tiempo y tampoco me llenan”.
“Frágil” se puede visitar gratis desde el martes 3 de mayo hasta el domingo 5 de junio, en la Fotogalería del Teatro San Martín, Corrientes 1530.

Las 5 excelentes películas de John Cazale

Sin un numeroso legado pero con gran calidad y éxito, John Cazale tuvo un corto paso por el cine, nada más que cinco películas, acá un pequeño repaso.
En esta particular elección de cinco obras con un punto de unión, no se está eligiendo por temática ni un especial interés por querer resaltar las películas en sí ya que son muy conocidas, simplemente los únicos cinco grandes aportes que le hizo la figura de John Cazale a las cinco películas que participó hasta sus 42 años cuando murió.
Su carrera se llevó a cabo principalmente en el teatro hasta los 37 años, cuando convencido por Al Pacino concurre a una audición para una película, ni más ni menos que El Padrino. En esos cinco años de trayectoria en el cine no conoció otra cosa que el éxito, las cinco películas nominadas al Oscar, tres de las cuales resultaron ganadoras y sobre todo grandes interpretaciones.
1 y 2. El Padrino I y II. Francis Ford Coppola. (1972 y 1974).
Sin duda su papel más recordado, Fredo Corleone, el segundo hijo de Vito (Marlon Brando), quien tras la muerte de su padre y de Sonny Corleone (James Caan)  no es tenido en cuenta para suceder el mando en la familia. En cambio, fue elegido Michael (Al Pacino). Mostrado como el fracasado y frustrado de la familia y con gran incapacidad de mando, es asesinado por Michael como consecuencia de una traición.
3. La conversación. Francis Ford Coppola. (1974)
Resultó opacada por haber sido estrenada en el mismo año que El Padrino II. Pese a que contaba con mucho menos presupuesto, no deja de ser una de las mejores películas de Coppola.
En esta película Stan (John Cazale) es coprotagonista junto con Harry (Gene Hackman). Juntos, por ser asistentes en trabajos de espionaje, van tomando conciencia y perturbándose por las vueltas de esta profesión transformándose en víctimas de la misma.
4. Tarde de perros. Sidney Lumet. (1975).
Basada en hechos reales ocurridos en Nueva York, Sonny Wortzik (Al Pacino) y Salvatore “Sal” Naturile (John Cazale) toman un banco con rehenes. A partir de ahí, aparece la explotación de la policía, la presión de los rehenes, el apoyo de los ciudadanos a los protagonistas, el carisma Sonny y el extraño temperamento de Salvatore, que lo dejan totalmente dispuesto a suicidarse.
5. El francotirador. Michael Cimino. (1978)
Ya con el cáncer diagnosticado, John Cazale forzó a que se cambien las fechas de rodaje y así sus escenas sean filmadas en un principio. Interpretó a un amigo de Michael (Robert De Niro), contándose la historia de un grupo de jóvenes que viven y sufren la guerra de Vietnam. John Cazale muere antes de que la película fuese terminada.
Para interiorizarse más en su historia se hizo un documental como recuerdo de este actor:
I Knew It Was You (Descubriendo a John Cazale)

30 años buscando un amor

¿Cómo abarcar en unas líneas lo que fue Bob Marley? ¿Cómo resumir su vida? ¿Enfocarse en lo musical, en lo político, en su vida privada, en su rol de mensajero rastafari? Podría ser que, a treinta años de su muerte, no haya más que aceptar que fue una síntesis de todo eso y algo más

Que fue un músico, que con sus ritmos hacía política, se metía en esas cosas que estaban todavía en discusión: el colonialismo, la pobreza del tercer mundo, la dignidad de los negros en todo el planeta. Porque para la década del ´70 todavía estaban vigentes el apartheid sudafricano, el rhodesiano y…el norteamericano, una sociedad que seguía negándole empleos, educación y salud a una gran parte de su población por su color de piel.

También era creyente, pero de una religión en la que preponderaba un sentido igualitario de las personas: hablaba de Jah, pero al cantar Jah decía “ninguna de mis semillas deberá sentarse al costado y rogar por pan”. Creía en Haile Selassie I, emperador de Etiopía aún en tiempos de Bob, como el nuevo mesías, la encarnación viviente de Dios. Este ser divino era ante todo negro, y su alianza con lo supremo se manifestaba en sus palabras. Bob le respondería a un reportero que le preguntó si creía en Selassie: “¿Quién dijo las palabras correctas? Dios mismo dijo que (no habrá más guerras) hasta que el color de piel de los hombres no tenga sentido como el color de sus ojos. ¿Quién más dijo eso? Este hombre estaba en lo correcto. Estas son palabras divinas, son palabras ciertas”. Entonces siempre desembocaba en los mismos conceptos: libertad, igualdad…

Cantó del amor y del respeto por los demás. Pero no solo construía con frases, vocales y consonantes. Actuaba. Demostrándolo dio una gira por África, ante los Estados que se iban independizando del yugo de la colonización. Por eso, ofreció un recital gratuito ante 300 mil personas en Zimbabwe durante los festejos de la independencia –el 18 de abril de 1980-, país al que le dedicó una canción con el mismo nombre. Más que canción,  himno libertario. Cuando se trataba de la lucha por la descolonización del continente negro no dudaba en el poder de las armas como método: “Brazo y brazo con armas, vamos a luchar este pequeño conflicto”.  Soñaba con la unidad africana, esa esperanza de continente unificado por una historia de pena y sufrimiento, por un porvenir mejor para sus hijos. No dudó en meterse de lleno en los conflictos políticos de su país, lo que le valió un atentado: una balacera sobre su hogar, balas que lo penetraron. No le importó, dos días más tarde, el 22 de abril de 1978 reapareció en público dando uno de sus históricos recitales, el One love peace concert, donde los dos políticos enfrentados en una guerra civil que carcomía vidas en las calles jamaiquinas, se unieron y prometieron el fin de las hostilidades y elecciones libres…todo bajo la mirada de Bob que tomó sus manos y las unió como muestra de compromiso.

Y molestó a los demás con su defensa de la marihuana, no como herramienta para divertirse o simplemente “pasarla bien”, para él significaba mucho más. Era un medio por el que se podía ver más allá, el hombre podía dar un paso al costado y ver la opresión, el dolor y la miseria que ocasionaba el sistema. Además defendía que era mejor la hierba antes que los pobres y marginados tomen drogas duras como el crack o la heroína que los vuelve locos. La marihuana, en cambio, los calma, nunca los haría cometer actos violentos; todo lo contrario, les permite meditar…

Con esto, no queremos prodigar una supuesta perfección, ni santificarlo, ni no concebir equivocaciones. En absoluto. Solo remarcar la lucha de un hombre que nació en la miseria más absoluta y se superó a sí mismo, que pensó en el bienestar de los que también padecían. Que luchó y estuvo a punto de pagar con su vida en más de una ocasión. Que no tuvo miedo de decirle al mundo que detrás de toda la moral de la sociedad, había explotación y guerras, que nunca se acabarían “hasta que la filosofía en el cual un hombre se sitúa como superior, y el otro como inferior sea final y permanentemente  desacreditada”. Y todo en la voz de un negro, un pobre,  un revolucionario. Por eso la CIA lo hizo espiar por alborotador, por subversivo. Porque significó la última voz combativa de la raza negra.

Porque hasta el día de hoy suenan sus canciones, siguen generando algo en nuestro interior que hacen que nos den ganas de bailar o de ir y pelear por un mundo mejor. Porque es por eso que se hacen eternos los hombres, es en esa capacidad de dar un mensaje que dure para siempre. Y Bob, más allá de haber dado su último suspiro un fatídico 11 de mayo del 81, seguirá entre nosotros recordándonos esas cosas tan incómodas que muchos prefieren nunca ver…

Haiti, la primera Independencia de América Latina

Consideraciones sobre el proceso de Independencia del actual país más pobre del continente, que estalló en rebeliones de esclavos que desencadenaron la Revolución. 1804, algo empezaba a cambiar.

La Revolución haitiana, la que desembocó en la primera independencia de Latinoamérica en 1804 fue desencadenada en última instancia por sucesos europeos. Como colonia francesa, la Revolución de 1789 agitó la realidad político-social de la isla.

Para fines del siglo XVIII se consolidaba un sector criollo protocapitalista vinculado al comercio exterior y al capital, impulsaron el desarrollo de una estructura agraria productiva vinculada con las posibilidades de colocación en el mercado mundial según las particularidades regionales. El afianzamiento en las sociedades coloniales de estos sectores criollos dueños de la hegemonía económica, proporcionó la profundización de las contradicciones con los sectores subalternos. Se trata de los “ricos colonos blancos”, defensores del orden monárquico y principales beneficiarios de privilegios colonialistas. Con los alzamientos esclavos perdieron el control social hegemónico que por largo tiempo detentaron.

Representando un 5% de la población, el sector de mulatos y negros libres plantadores, que ya venían apropiándose en forma creciente de las tierras cultivables de Saint Domingue – nombre del actual Haití-, surgieron con ambiciones de participación social y política heredadas de la Revolución Francesa. Tampoco es que estos mulatos y negros libres revolucionarios estuviesen ideológicamente convencidos de ponerle fin al trabajo esclavo en las plantaciones. En el contexto de una colonia pujante y rica, para que esos reclamos tuviesen lugar habría que esperar a la única clase social que podía luchar por el fin de la explotación esclava: los mismos esclavos.

La disputa entre los mulatos y los “grandes blancos” llevó al enfrentamiento militar: la revolución mulata frente a la contrarrevolución blanca. Los primeros contaron con el apoyo de ciertas tropas francesas, pero solo la victoria pudo ser definitiva cuando se les ofreció la libertad a los esclavos negros a cambio de que se uniesen militarmente activos contra los blancos.

El apoyo masivo de los esclavos –que ya había resultado terminar con los blancos como clase- solo motivados por las promesas de finiquitar con la sumisión y la caracterización como mercancía de que eran cautivos, podía ser cambiante. En ellos yacía una identificación de clase, en cuanto a comprender sus propósitos y objetivos; aún así, no se concebían por fuera de una alianza de clases. Los realistas españoles, en el afán de conquistar una colonia potentada, se articularon con los líderes negros –Biassou, Jean Francois, Louverture- prometiéndoles la libertad si apoyaban su invasión sobre los explotadores oriundos de la isla y lograban conquistar Saint Domingue para la corona española.

Para desarticular la invasión hispana, que se sumaba a ataques ingleses, con una lectura acertada de los móviles de los esclavos, Sonthonax -uno de los comisarios enviados por Francia para pacificar la isla y aliado y representante de los mulatos- proclamó la abolición de la esclavitud en agosto de 1793, otorgándoles la ciudadanía francesa a todos los habitantes de Saint Domingue.

El líder negro Louverture en mayo de 1794 abandonó la alianza con los realistas, y enfrentó a sus ejércitos negros contra los líderes que aún sostenían la coalición con España -.Biassou y Jean Francois-. Los vínculos entre los esclavos dirigidos por Louverture y los enviados franceses que continuaban respaldando intereses mulatos, derivó en el éxito total de esta alianza clasista.

Louverture logró deshacerse de los representantes franceses, sin proclamar la independencia haitiana, pero también sin romper la alianza que lo había constituido como gobernador vitalicio. Sus próximas políticas para revivir la economía se orientaron a garantizarles los privilegios a los mulatos terratenientes, convirtiendo a los antiguos esclavos en peones libres sometidos a un trabajo asalariado obligatorio con prohibición del libre cambio de residencia. O sea que los esclavos fueron prácticamente re-esclavizados en un sistema ahora capitalista pero con reglas de similitud inquietantes.

Queda expuesta la situación: las facciones de los grupos dominantes que más allá de entenderse como independentistas o no, de nacionalistas o no, estaban en brutal pugna por el control de un Estado que por circunstancias históricas atravesaba una revolución. La cuestión era qué iba a resultar de esa revolución. Más allá de la traición de Louverture a sus principios antiesclavistas, para la época los sucesos haitianos se conformaron en las distintas oligarquías latinoamericanas como un fantasma que debía evitarse repetir. Pero aún así, la movilización de las masas para resolver empates técnicos entre esas distintas facciones usando de carnada las promesas de libertad, no se desestimó como herramienta disponible. A la espera de que se conformen lógicas de clase puras y propias entre los subalternos para lograr conformar un proyecto de Estado propio que lo resguarde.


Sergio Guerra Villaboy. El dilema de la independencia. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales.

Kossoc (1968)

Ricaurte Soler. Idea y cuestión nacional latinoamericana. De la independencia a la emergencia del imperialismo. México, Siglo XXI, 1980.